Vendedores en el corredor Paseo de las Hormigas, anexo a la explanada de la alcaldía Azcapotzalco, denunciaron que el gobierno panista de esa demarcación pretende desaparecer el conjunto comercial al aprovechar la omisión de sus representantes tras no solicitar el refrendo anual del comodato mediante el cual les otorgaron los puestos en la pasada administración, en septiembre de 2020.
La medida afecta a 400 puestos metálicos instalados en la acera norte de la calle Jerusalén, en el que fueron reubicados en septiembre de 2020 comerciantes que ocupaban la vía pública en avenida Azcapotzalco y el Jardín Parque Hidalgo, del centro de la demarcación, adscritos a ocho agrupaciones cuyos representantes formaron la asociación civil Paseo de las Hormigas, pero a decir de ellos entre 150 y 200 son los que están en uso.
Algunos señalaron que la alcaldía aseguró que sólo se están rescindiendo los comodatos de puestos que no abren con el propósito de retirarlos y compactar los que sí operan.
Sin embargo, otros manifestaron que la alcaldía quiere desaparecer el corredor porque “fue uno de los compromisos de campaña” de su titular, Margarita Saldaña, al ser un proyecto que heredó del anterior gobierno de Morena para reordenar el comercio en vía pública del centro de la demarcación, al advertir que se han entregado avisos a comerciantes que sí hacen uso de sus puestos.
Ayer se observó a personal de Asuntos Jurídicos y de Gobierno pegar notificaciones en las cortinas de los locales cerrados, pero también en algunos que se encontraban abiertos, como el de una encargada que rechazó recibirlo y lo dejaron adherido a un costado.
En el documento la alcaldía comunica que al no atender un citatorio de fecha previa “se da por terminado el contrato de comodato por el que fue otorgado el uso del puesto”.
Comerciantes explicaron que la presidenta de la mesa directiva Flor Rivera no solicitó a la Secretaría de Desarrollo Económico el refrendo del contrato. En testimonios recabados bajo anonimato, refirieron que algunos de los líderes, entre ellos Rivera y otro llamado Miguel Fierro, se hicieron indebidamente de algunos puestos y los rentan o transfirieron a terceros –lo que explica por qué muchos permanecen cerrados o no pueden exhibir el permiso de ocupación correspondiente–, por lo que ha sido denunciados.
La alcaldía se abstuvo de dar su versión al indicar que está en negociaciones con los comerciantes.