Con más de 7 mil millones de libros impresos y distribuidos desde su creación hace 64 años, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) mantiene su capacidad para producir 35 mil ejemplares cada 45 minutos en su planta ubicada en El Marqués, Querétaro.
El proceso de impresión de los libros de texto gratuitos (LTG) debe comenzar en febrero, a fin de que un mes antes del inicio de cada ciclo escolar (finales de agosto), los materiales educativos se encuentren en las más de 220 mil escuelas de prescolar, primaria y secundaria, públicas y privadas, en todo el país.
En su informe de avance de resultados 2022, la Conaliteg detalla que para el ciclo 2022-2023 entregó a las autoridades educativas estatales poco más de 152.5 millones de ejemplares para 24.4 millo-nes de alumnos de educación básica, lo que incluye material en el sistema braille, macrotipo y los textos para educación indígena. Añade que el propósito central de la Conaliteg, que este año cuenta con recursos públicos por 3 mil 449.7 millones de pesos, es “producir y entregar los libros de texto gratuitos de manera oportuna”.
Por ello, afirma, el “objetivo número uno es que los LTG sean recibidos por las autoridades educativas locales oportunamente”. Agrega que para el 26 de agosto de 2022 cumplió con la meta de entregar 6 millones 996 mil 332 LTG para prescolar, 99 millones 155 mil 179 en primaria, 33 millones 503 mil 890 a secundaria y 10 millones 993 mil 55 para telesecundaria.
El proceso para elaborar los LTG, detalla la Conaliteg, comienza con la estimación del número de unidades que se requerirán, de acuerdo con la matrícula reportada por los estados para cada ciclo escolar.
Esta tarea empieza en diciembre de cada año. Además, la Conaliteg trabaja de forma coordinada con la Dirección General de Materiales Educativos, responsable del diseño y liberación de los títulos para su impresión, a fin de programar el inicio del tiraje.
Indicó que la producción de los materiales educativos para el actual ciclo escolar se realizó de febrero a agosto del año pasado, tras comprobar la calidad de insumos básicos como papel y cartulina, así como las características de tensión, rasgado y rigidez necesarias para la impresión, además de que se realizan pruebas físicas de peso y espesor y ópticas de blancura, tonalidad y opacidad.
Debido a la cantidad de LTG que se deben imprimir cada año, la Conaliteg indicó que su capacidad instalada en la planta de producción es “limitada”, por lo que en 2022 contrató 19 impresores externos y a la empresa paraestatal de la SEP denominada Impresora y Encuadernadora Progreso, a fin de contar con la totalidad de ejemplares y que éstos llegaran a tiempo a las escuelas.