A 50 años de su desaparición física, The Independent hizo un recuento del “largo viaje de Bruce Lee hacia la inmortalidad” ahora que sus cintas emblemáticas fueron remasterizadas.
Bruce Lee quería ser la estrella de taquilla más grande del mundo. Se lo dijo a su amigo Stirling Silliphant, y le anunció que algún día sería una estrella como Steve McQueen, quien por cierto fue su alumno de artes marciales. Silliphant, guionista ganador de un Óscar y de programas como Ruta 66, respondió negativamente: “Eres chino en un mundo de hombres blancos. No hay forma”.
Esas palabras resumieron lo que enfrentaría en Hollywood, donde no creían que un actor asiático sería protagonista. Pero al regresar a Hong Kong, Lee revolucionó el cine de artes marciales con una serie de películas realizadas con el estudio Golden Harvest. Incluyeron El gran jefe, Puño de furia, El regreso del dragón y Juego de la muerte, que se están exhibiendo ahora en cines ingleses y se han lanzado en una caja con las cintas editadas en blue-ray 4K.
Una estrella en Occidente
Como se describe en la biografía de Matthew Polly, A Life, Lee era tan reconocido que cuando murió 15 mil personas se reunieron para su funeral, pero aún era “un oscuro actor de televisión” en Estados Unidos. Fue necesario el lanzamiento póstumo de su última película, Operación dragón, la primera coproducción entre Hollywood y Hong Kong, que se estrenó seis días después de su muerte, para convertirlo en una estrella en Occidente.
No obstante, su fama estaba predestinada. Su padre era cantante de ópera y actor, el pequeño Bruce, nacido en San Francisco en 1940, mientras su papá estaba de gira, era ya una actor infantil: participó en unas 20 películas. Polly dice que Bruce era el Macaulay Culkin de Hong Kong. Pero el Bruce adolescente era un luchador callejero que fue enviado de regreso a Estados Unidos, donde llegó a estudiar la universidad en el área de filosofía. “Pasó de ser rico de la clase alta en el tercer mundo de Hong Kong a un migrante pobre del primer mundo”, agrega Polly.
Para mantenerse, enseñó kung fu. Alumno del legendario Ip Man, Lee fue “uno de los primeros artistas marciales chinos que hablaba inglés”, agrega Polly. “Llegó con una actitud fresca, moderna y abierta”. En lugar de apegarse a la tradición de lo que fue transmitido por los maestros de kung fu durante mil años, buscó crear el arte marcial Jeet Kune Do (el camino del puño que intercepta).
Orgulloso de su herencia
Las artes marciales estaban en boga en Hollywood, por lo que Lee atrajo a una mezcla de estudiantes, desde celebridades de renombre hasta peleadores cinta negra. En 1966, Bruce obtuvo el papel de Kato en la serie de televisión El avispón verde. Tuvo otros personajes en cine y televisión, pero fueron pocos. Ya casado y con dos hijos (Brandon y Shannon), necesitaba dinero volvió a Hong Kong para hacer El gran jefe, que se estrenó en octubre de 1971 y batió récords. La secuela, Puño de furia, lanzado en 1972, volvió a romper en la taquilla. El éxito de Lee vino por una tendencia de nacionalismo entre los hongkoneses. En El gran jefe interpreta a un trabajador de una fábrica china que viaja a Tailandia y se enfrenta a gánsteres. En Puño de furia lucha contra los agresores de un dojo japonés rival.
“Hay un elemento en él que presenta a un héroe chino fuerte, dominante y masculino que está orgulloso de su herencia”, dice Djeng.
Sus películas pegaron por su kung fu revolucionario. Anteriormente, el cine de Hong Kong estaba dominado por películas –producidas por Shaw Brothers– en la tradición de rutinas de acción coreografiadas. Por el contrario, las peleas de Lee eran reales, aunque de “realismo intensificado” con velocidad e impacto creíbles, asegura Polly. También señala las tácticas sicoactivas de Lee: sus aullidos de gato.
Para la próxima película, El regreso del dragón, Lee asumió los roles de escritor, director, productor y protagonista. Él interpreta a Tang Lung, quien viaja a Roma para ayudar a proteger un restaurante chino contra un jefe del crimen local. Se le ve pelear con su amigo de la vida real y el doble campeón de karate Chuck Norris. “No creo que se haya superado nunca”, dice Polly sobre la pelea entre Lee y Norris.
El regreso del dragón venció a El gran jefe y Puño de furia en taquilla. La filosofía Jeet Kune Do continuaría en la obra maestra incompleta de Lee, El juego de la muerte, en la que Lee ascendería a una pagoda de cinco pisos y derrotaría a un enemigo diferente, cada uno con un estilo de lucha diferente, en cada nivel. El oponente final fue el jugador de baloncesto y estrella de la NBA Kareem Abdul-Jabbar, uno de los estudiantes de (muy) alto perfil de Lee.
La producción se detuvo cuando Warner Bros le ofreció a Lee la oportunidad de protagonizar la primera película de kung fu de Hollywood: Operación dragón. Entonces, Juego de la muerte nunca se terminó. Se filmaron 100 minutos de metraje, con alrededor de 40 de material utilizable. Gran parte se extravió en los archivos de Golden Harvest, y algunos se redescubrieron años después.
El gran éxito de Lee en Hong Kong fue intenso. Tuvo una relación complicada con los tabloides. Pero, ¿qué llevó a Lee a convertirse en una megaestrella? ¿dinero? ¿fama? ¿orgullo? El documental A Warrior’s Journey sugiere que el cine fue una plataforma para compartir sus filosofías de artes marciales.
Casi al mismo tiempo, Lee perdió el papel en la serie de televisión estadunidense Kung Fu. Los ejecutivos pensaron que su acento era demasiado fuerte. El papel fue para el actor blanco David Carradine.
Bruce Lee murió el 20 de julio de 1973 a los 32 años. Feneció en la cama de su amante. El veredicto del forense fue edema cerebral, pero nunca se determinó su causa. Polly teoriza convincentemente sobre el golpe de calor. “Pero hasta el día de hoy, no hay consenso sobre cómo murió”, admite.
Los elementos más escandalosos de la muerte de Lee (la amante, el engaño, los rastros de cannabis encontrados en su sistema) provocaron un frenesí sensacionalista. Y hubo teorías descabelladas como de que fue envenenado, las tríadas lo mataron, estaba sobrexcitado o, tenía una maldición.
Luego vino un ciclo de películas póstumas de Bruceploitation, protagonizadas por dobles de Lee, incluidos Bruce Li, Bruce Le y Dragon Lee, que imitaron su lucha. (Djeng ha coproducido un próximo documental sobre el fenómeno, Enter the Clones of Bruce). En 1978, Raymond Chow lanzó la última película de Bruceploitation: Juego de la muerte relaborada, que usó 11 minutos del metraje original de Lee y completó el resto. Game of Death II siguió en 1981, utilizando fragmentos de imágenes de Operación dragón.
Una cosa fascinante sobre Bruce Lee es que muchos de los cuentos legendarios: el puñetazo de una pulgada; las flexiones con dos dedos; peleando con otros artistas marciales; ser desafiado por especialistas, o que le extirparan las glándulas sudoríparas de la axila son ciertas. Pero lo incompleto de Juego de la muerte resume mejor el estatus de ícono de Lee. “Su vida estaba incompleta”, dice Polly. “Tuvimos que imaginar lo que habría sido”.
La caja de sus cintas en blue-ray 4K estará disponible a partir del 17 de julio.
(Traducción Juan José Olivares)