París. Los líderes mundiales deberían dedicarse a reducir “el riesgo de extinción” que supone la inteligencia artificial (IA), pidió ayer un grupo de industriales y expertos del sector tecnológico.
El comunicado, de apenas una línea, fue firmado por docenas de especialistas, incluido Sam Altman, cuya empresa OpenAI creó el robot conversacional ChatGPT el año pasado, que permite elaborar obras de arte o literarias, ensayos y mantener un diálogo con un ser humano sobre cualquier tema.
La inteligencia artificial debería ser “una prioridad mundial junto a otros riesgos para la sociedad como las pandemias o la guerra nuclear”, señala el texto del Centro para la Seguridad de la IA, sin fines de lucro y con sede en San Francisco.
Los críticos alertan de la posibilidad de que un algoritmo se adueñe de actividades esenciales para una sociedad, como el suministro de energía o la defensa.
Además, los robots conversacionales y otras aplicaciones de la IA podrían provocar la pérdida de millones de puestos de trabajo.
Este comunicado no es el primero que firman los expertos del sector, que al mismo tiempo que invierten y atraen miles de millones de dólares en la IA, se declaran en público intimidados por las posibilidades de esta nueva tecnología.
Hace dos meses otras personalidades, como el multimillonario Elon Musk, firmaron otra carta pública en la que pedían una pausa en el desarrollo de esta tecnología hasta poder garantizar su total seguridad.
Cientos de empresarios y figuras públicas hicieron sonar una alarma aleccionadora.
Entre los 350 firmantes de la declaración pública se encuentran Altman y Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, la división de inteligencia aritifical del gigante tecnológico.
Los partidarios de la declaración también cuentan con una variedad de figuras como el músico Grimes, el activista ambiental Bill McKibben y el neurocientífico Sam Harris.
La preocupación por los riesgos que plantea la IA y los llamados a una regulación enérgica de la tecnología han atraído una mayor atención en los pasados meses en respuesta a importantes avances como ChatGPT.