Washington. A una semana de la fecha que según el Departamento del Tesoro marcaría el momento en que Estados Unidos comenzaría a quedarse corto de fondos para pagar sus deudas, el 5 de junio, el proyecto originado en un acuerdo bipartidista liderado por el presidente Joe Biden y el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, enfrenta el rechazo de progresistas demócratas y de la derecha opositora.
Republicanos ultraconservadores consideran que McCarthy debió asegurar en este acuerdo recortes del gasto público aún mayores a cambio de aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos, necesario para evitar una moratoria y asegurar el funcionamiento del Estado federal.
En tanto, el ala a la izquierda del gobernante Partido Demócrata, también está descontenta con la decisión del mandatario de ceder y aceptar recortes del gasto público.
Un puñado de legisladores republicanos de extrema derecha dijo que se opondría a un acuerdo. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que se postula a ser el candidato presidencial republicano en 2024, declaró que el pacto no es suficiente para cambiar la trayectoria fiscal.
“Antes de este acuerdo (...) nuestro país iba directo a la bancarrota y después de este acuerdo seguirá lanzado hacia la bancarrota”, declaró DeSantis a Fox News.
“Decir que puedes gastar 4 billones de dólares más en año y medio (...) es una enorme cantidad de gasto. Creo que desde marzo de 2020 estamos en esta trayectoria (...) y pienso que va a ser totalmente inadecuado para llevarnos a un punto mejor”, señaló. “En Washington entran en estos ciclos sólo para poder llegar a las próximas elecciones y es justo por eso por lo que siguen fracasando”, añadió
El ex presidente Donald Trump, rival de DeSantis y favorito en las primarias republicanas, se mantiene en silencio tras el anuncio del acuerdo, aunque anteriormente defendió que los republicanos rechacen elevar el techo de endeudamiento y dejar que el país caiga en la bancarrota a menos que los demócratas acepten “enormes recortes” del gasto.
Así, si bien Biden y McCarthy se han dicho confiados en que el texto sea aprobado el miércoles en la Cámara baja, dominada por los republicanos, para que luego vaya al Senado controlado por los demócratas, los inconformes podrían demorar el proceso.
El lunes Biden reiteró que se siente positivo ante las posibilidades de que el Congreso apruebe el acuerdo sobre el techo de la deuda y pidió a los demócratas que tienen alguna reticencia que “hablen” con él.