En el acantilado de la historia es muy fácil sentir vértigo. Saber que se está ante la posibilidad de hacer lo inédito intimida, imposible ocultarlo. Los Celtics de Boston jugaron como locales y sabían que llegaron a este séptimo partido de las finales de la Conferencia Este como el cuarto equipo de la NBA que regresó de una desventaja de 0-3 en una serie que forzó el partido decisivo.
A pesar de la gesta de revertir esa desventaja de tres partidos perdidos, fue imposible para Boston ganar la serie. Ayer en el TD Garden cayeron 103-84 ante Miami Heat, que dio un partido impecable para convertirse en el campeón del Este y enfrentará a los Nuggets de Denver, monarcas del Oeste.
Los otros tres equipos que antes lo habían conseguido son los Knicks de 1951, en las finales; los Nuggets de 1994 en la segunda ronda, y los Trail Blazers de Portland de 2003. Todos perdieron el séptimo y en calidad de visitantes. Una ligera esperanza de ánimo y probabilidades parecía favorecer a Boston.
Y justamente ahí atacó el Heat cuando empezó a construir el trabajo colectivo para revertir las probabilidades de triunfo que reflejaban las gráficas del flujo de juego. Si en el primer cuarto los Celtics se veían favorecidos, con el avance de los minutos Miami empezó a cambiar el sentido del partido.
El Heat apostó a la paciencia y a los tiros de tres puntos para mantener a raya a Boston. A la mitad del partido Miami llevaba ventaja 52 a 41 ante unos Celtics a los que se les atragantaban los lanzamientos, con números adversos en triples, rebotes y pérdidas.
Además, la quinteta verde vivió momentos adversos con la torcedura de Jayson Tatum casi al inicio del partido. Cuando aterrizaba en un ataque, el tobillo se le dobló de manera dramática; aunque pudo con-tinuar no se supo si esto tuvo consecuencias en su desempeño.
El Heat tuvo su mejor argumento ofensivo con la letal dupla de Jimmy Butler, quien encestó 28 puntos y Caleb Martin, con 26. Mientras Boston tenía su parte con Jaylen Brown con 19, Derrick White con 18 y Tatum sólo aportó 14.
Celtics se terminó todo en los tres partidos repletos de heroísmo, esta vez fue su peor cosecha de puntos de la temporada, en un juego donde tuvo menos de 90.
“Creímos en nosotros. No me sorprendió porque es algo que vi todos los días de la temporada e hicimos que este triunfo sucediera. Nos mantuvimos unidos a pesar de las derrotas y eso fue importante. Tuvimos que hacerlo como visitantes, no tuvimos remedio, pero eso me hace sentirme orgulloso de mis compañeros. Faltan cuatro victorias más para el campeo-nato”, declaró Butler al finalizar el encuentro.