El mexicano Mauricio Bronco Lara perdió dos veces la misma pelea. Hace un par de días en Manchester devolvió al británico Leigh Wood el cinturón pluma de la AMB, tras disfrutarlo sólo tres meses. La primera derrota fue antes de subir al cuadrilátero, cuando no pudo dar el peso reglamentario y tuvo que bajar las libras de sobra de manera urgente, además de someterse a un proceso administrativo para llegar a un acuerdo. La segunda fue sobre el cuadrilátero, exprimido para cumplir con el peso, con la mer-ma de fuerza que eso implica y que lo dejó sin posibilidades de ofrecer una defensa decorosa.
“Creo que el Bronco comprometió el campeonato desde la báscula”, opina Rey Vargas, también monarca pluma, pero por el CMB y uno de los posibles rivales en el panorama de cualquiera que quiera unificar la división.
“Cuando un boxeador llega con tanto peso encima de la división, porque no eran unos gramos de más, sino varias libras, bajarlos requiere de un sacrificio que deja sin posibilidades a cualquiera; además que debe llegar a un acuerdo para que lo dejen pelear y pagar una multa”, comenta Rey Vargas.
Vargas, quien junto al también mexicano Luis Venado López (FIB) y el cubano Robeisy Ramírez (OMB) conforman la baraja de contrincantes para dominar la división, recuerda su experiencia al pelear ante un rival con mayor peso.
“Cuando subí a superpluma, mi rival llegó a la pelea una división arriba –una vez que había cumplido con el peso–, la diferencia en el ring fue enorme. No tienen idea de la angustia que es pegarle a alguien y no hacer daño. Como si la fuerza desapareciera y por más contacto que hagas es como si no lo tocaras. Así no puedes ganar un combate y pienso que eso sufrió el Bronco”, agrega.