La marcha convocada en apoyo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) terminó en violencia, cuando un grupo de los manifestantes atacó el plantón que desde hace meses permanecía ante las puertas del máximo tribunal, en demanda de la renuncia de la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández. Los agresores derribaron las carpas, tiendas de campaña y mantas, hasta que se desplegó un cordón de policías con equipo antimotines, que permitió a los agredidos retirarse.
La manifestación fue convocada mediante redes sociales por organizaciones como Chalecos México, Movimiento por la Paz y Unidad de México, Cerrando Filas y Campamento México, organizaciones ligadas a Claudio X. González.
Comenzó poco antes de las 10:30 de la mañana en el Monumento a la Revolución, encabezada por el ex secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) José Ángel Gurría Treviño y la líder de Chalecos México, Alejandra Morán Ramírez. Entre los asistentes también se encontraba Francisco Barnés de Castro, ex rector de la UNAM.
“Hay una actitud enormemente agresiva respecto de la SCJN en virtud de que simplemente está haciendo lo que tiene que hacer, que es declarar si una ley es constitucional o no. Ese es el trabajo de la Corte y lo está llevando a cabo; lamentablemente esas decisiones están propiciando que el Ejecutivo tenga esa actitud tan agresiva en contra, no sólo de la Corte, sino incluso en contra de su presidenta”, afirmó Gurría, quien también fue secretario de Relaciones Exteriores cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo promovió destituir a todos los ministros de la SCJN para nombrar a otros, reduciendo de 26 a 11 el número de integrantes de su pleno.
Aunque los organizadores de la marcha aseguraron que no se confrontarían con los integrantes del plantón, cuando llegaron al Zócalo, poco antes del mediodía, un centenar de sus compañeros retiró la reja metálica que limitaba la plaza y se dirigió directamente a la puerta principal del máximo tribunal, empujando y gritando a quienes se encontraron.
Al filo del mediodía la marcha –que partió del Monumento a la Revolución– llegó a sede de la Suprema Corte, ubicada a un costado de Palacio Nacional. Foto Cristina Rodríguez.
De los gritos pasaron a arrancar las mantas, arremetieron contra las carpas y tiendas de campaña del plantón, arrojando la ropa, utensilios y pertenencias de sus dueños.
Unos 20 integrantes del plantón se refugiaron contra la puerta principal de la SCJN, donde quedaron rodeados por los manifestantes, que los superaban en número y les aventaban palos, botellas de plástico y los restos de sus propias mantas, que desgarraron hasta hacerlas pedazos.
Al grito de “¡La Corte no se toca!”, “¡Todos somos Piña!” y “¡Fuera López!”, los manifestantes arrancaron también las 49 cruces blancas que, desde agosto del año pasado, habían colocado frente a la SCJN los padres de los niños muertos en el incendio de la guardería ABC. Cada cruz tenía el nombre de uno de los menores fallecidos. Quienes las arrancaron, las utilizaron como martillos para destruir lo que quedaba del plantón.
Elementos de la policía capitalina, la mayoría mujeres con equipo antimotines, llegaron para permitir a los agredidos retirarse. Aun así, los de la marcha siguieron arrojando objetos, ahora contra los uniformados.
Finalmente, se permitió que un par de mujeres de la marcha cruzaran el cordón policial para que, con ayuda de palos de escoba, arrancaran hasta el último de los carteles. Sólo así los manifestantes se dieron por satisfechos y se retiraron del lugar, pasada la una de la tarde.