Al menos dos mil habitantes de la comunidad de Lajerío, municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, se han desplazado debido a los enfrentamientos que integrantes de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, sostuvieron esta semana afirmaron pobladores.
Señalaron que ayer los grupos criminales se dieron una tregua, retiraron los bloqueos y permitieron a la población abastecerse de víveres.
“A las 11 de la mañana avisaron que podíamos ir a hacer las compras, por lo que mucha gente salió, y a las 13 horas avisaron que abrirían los caminos”, relataron.
Aseguraron que en esa localidad un joven de 15 años murió hace dos días por una bala perdida cuando se encontraba en su casa, “y dentro de todo lo malo se logró que los hombres armados permitieran que se le sepultara en el panteón”.
Subrayaron que también se han desplazado familias del poblado vecino de La Candelaria y todos están dispersos. “Salieron hacia el monte, a las cuevas, montañas o a refugiarse con familiares en otros lugares”.
Afirmaron que hay reportes de saqueos en las casas de los desplazados y de que hubo “muchos muertos”. Este sábado hubo aparente calma, pues abrieron las entradas y salidas, “pero el peligro sigue latente. La noche es incierta y tensa”.
En tanto, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos, la Mesa de Coordinación Transfronteriza Migraciones y Género Guatemala–México y el Colectivo de Monitoreo Frontera Sur, exigieron “al Estado mexicano y a las autoridades correspondientes que intervengan de manera urgente para frenar la violencia y el terror que se viven” en la frontera sur de Chiapas.