Guadalajara, Jal. “Falta un paso más, todavía no ganamos nada”, recalca el ser-bio Veljko Paunovic con insistencia, mientras observa que en varios puntos de Guadalajara se prepara una fiesta monumental en caso de que Chivas se corone en la fi-nal del futbol mexicano contra Tigres. Aunque el empate sin goles en la ida ha generado un estado de optimismo en la ciudad, el entrenador del equipo rojiblanco prefiere convertir los elogios desmedidos en un nuevo problema a resolver.
Si tiene malquerientes por su manera de defender de visita, eso a Paunovic ya no le inquieta. “El futbol se juega con la cabeza, el corazón y huevos”, afirma y no le hace falta que sus rivales lo entiendan. Más que un plantel poderoso, lo que ha llegado al partido definitivo por el campeonato de la Liga es una banda de amigos que dejó los egos bien guarda-dos desde hace tiempo.
El Rebaño se hizo fuerte caminando tras un inicio de torneo que le puso el pecho a sus propias inseguridades. Pero nada de eso habría sido posible sin la alegría compartida que faltó en tantos ciclos anteriores, compinches divirtiéndose algunas veces y poniéndose serios en otras. El viejo lema mosquetero de “uno para todos y todos para uno” renovó así su vigencia futboletera de la mano de Paunovic, hombre que rompió el mito de las lejanías geográficas.
“Todos estamos a muerte con él, porque nos ha inyectado la confianza de hacer historia en este club”, mencionaba el capitán Fernando Beltrán en su visita a Nuevo León, como si Chivas fuera un semillero donde los jóvenes se raspan las rodillas y en cada victoria encuentran un baño de felicidad.
“Es cierto que quedan 90 minutos, pero este equipo eliminó en la liguilla a sus dos clásicos rivales (Atlas y América, en cuartos de final y semifinales), algo que no hace cualquiera”, señala el ex futbolista Alberto Venado Medina, campeón en 2006 con el Rebaño en una final inolvidable contra el Toluca. “Hay jugadores con mucha calidad y jóvenes que vienen empujando fuerte desde fuerzas básicas. Ese complemento es lo que nos tiene hasta aquí”.
Locura rojiblanca
En las principales avenidas de la Perla Tapatía, los comerciantes ofrecen banderas y camisetas con los colores rojiblancos. “Si salen campeones, la ciudad va a ser una locura”, advierte don José Melgar, taxista entrado en años que aprovecha la gran demanda del partido para multiplicar sus ganancias con viajes que van del aeropuerto hasta el estadio Akron, casi de punta a punta. “Desde que empezó la liguilla, todo mundo anda en las calles con su camiseta de Chivas”.
En Nuevo León las cosas no parecen distintas. Cerca de 25 mil aficionados de Tigres despidieron al plantel felino en el estadio Universitario, en un entrenamiento abierto que fue musicalizado por trompetas, tambores y cánticos de su principal grupo de animación en las gradas: “¡Vamos, Tigreees/ te quiero veeer/ campeóóón/ otra veeez!” Micrófono en mano sobre un costado de la cancha, el portero Nahuel Guzmán pidió a una multitud no caer en provocaciones ni dejarse engañar por nada que no pudieran controlar. “Vamos a ir a dejar el corazón y la piel a Guadalajara contra todos. Gracias a los que confiaron y a los que no, también a los que no querían vernos peleando el campeonato”, ironizó el argentino con el puño en alto.
De acuerdo con las autoridades del club tapatío, los últimos boletos que se encontraban disponibles para el público general se vendieron el viernes en menos de 25 minutos. Ante dichas circunstancias, el ex futbolista y medallista olímpico en Londres 2012, José Chatón Enríquez, ofreció en Twitter localidades en reventa con precios muy por encima del valor original.
“En lateral inferior cuestan 25 mil. Tengo cuatro en zona premier en 35 mil y tres VIP en 30 mil”, respondió el bajacaliforniano a uno de los usuarios, apenas unas horas después de que Chivas emitiera un comunicado en el que recordaba que esta práctica es ilegal. “El propietario original podría revocarte el boleto o dejarte con las manos vacías”, advirtió.
A esta gran cita acude también el técnico Robert Dante Siboldi, quien como guardameta de Tigres vivió el descenso a Segunda División en la temporada 1995-96. “Era como cargar un oso gigante sobre la espalda”, confesó alguna vez el uruguayo tras una de las peores campañas que se recuerden en el equipo del norte. Ahora la historia parece otra.
De rostro serio y con una estatura (1.93m) que impone respeto en su andar, Siboldi fue más allá de la idea de Diego Cocca y Marco Antonio Chima Ruiz, sus antiguos colegas en el banquillo, transformando a su equipo en una obra en construcción a medida de sus talentos. Como lo hizo en el Santos campeón de 2018, su filosofía ofensiva impulsó el ingenio de jugadores como Sebastián Córdova y Diego Lainez, además de aquietar las voces que rondaban desencantadas por los pasillos del Volcán.
Operativo masivo
En un estadio en que se esperan más de 46 mil 300 asistentes, además de un operativo masivo de seguridad, Chivas y Tigres juegan a todo o nada por otro campeonato de Liga. Ninguno olvida lo que pasó en 2017, cuando el Rebaño dio la vuelta olímpica en medio de una controvertida noche arbitral.
“Tenemos una nueva oportunidad de seguir haciendo grande a esta institución”, sostiene Guido Pizarro, capitán de los felinos. Así, con una ciudad que será epicentro del futbol, la historia espera por una nueva consagración en el máximo circuito mexicano.