Ganadora de dos premios Óscar, la actriz estadunidense Jane Fonda mantuvo ayer una charla magistral con el público en la sala Buñuel de Cannes en la que habló sobre sus diversos activismos sociales y feministas, sus diferentes matrimonios (tres) y puso al descubierto algunos detalles de grandes estrellas. Fueron sus coprotagonistas en varias películas, como Robert Redford, de quien dijo estar enamorada, “pero al que no le gustaba besar y nunca le dije nada al respecto porque él siempre estaba de mal humor y pensé que era mi culpa”, admitió. Y prosiguió: “La última vez que trabajamos juntos fue hace seis años. Tenía unos 80 o algo así, pues finalmente supe que había crecido. Cuando él llegaba al plató con tres horas de retraso y de mal humor, entendí que nada era culpa mía. Pero siempre la pasamos bien”.
Recordó también con mucho glamur, elegante y altiva, brillante y divertida, su trabajo con Jean-Luc Godard, el cineasta franco-suizo quien la dirigió en Tout va bien de 1972. “Era un gran director y cineasta. Me quito el sombrero ante él. Pero, ¿cómo hombre? No, lo lamento. No no”. Prosiguió con sus comentarios y observaciones sin censura. Sobre otro de sus compañeros de fórmula en escena, habló del actor francés Alain Delon, de quien manifestó: “A él si que le gustaba besar, que hermoso era él en ese entonces, aunque ahora no tanto. Ha tenido una vida dura. Pero en aquel momento era el ser humano más bello”.
También tuvo elogios para Lee Marvin. “Me encantó trabajar con él. Era fabuloso y muy divertido, aunque siempre estaba borracho. Nos alojamos en el mismo hotel y tuvieron que llevarlo todas las noches cargado por las escaleras hasta su habitacion”, admitió. El actor, que fue su coprotagonista en la comedia La ingeniosa explosiva, en 1965 y, con quien dijo haber grabado hasta 14 horas seguidas al día, le dijo en medio de una pausa: “Fonda, aquí somos las estrellas de esta película. Si permitimos que nos exploten tantas horas, no somos nosotros los perjudicados, es el equipo. Tenemos que defender a los trabajadores, al equipo y tenemos que negarnos a trabajar tantas horas seguidas. Eso nunca se me había ocurrido, así que fue una gran lección de su parte”.
En la película On Golden Pond, tuvo la oportunidad de trabajar junto a su padre, Henry Fonda y la actriz Katherine Hepburn. “Fue una de las experiencias más gloriosas de mi vida. Absolutamente maravilloso. Hice la película para mi padre. Pero de quien aprendí realmente fue de Katherine, aunque creo que yo no le agradaba mucho”.
Activista social y feminista
En cuanto a Michael Douglas, quien ha recibido en esta edición 76 la Palma honorífica por su trayectoria artística, y fuera su compañero en El síndrome de China, “probablemente tampoco le caigo bien. Pero él posee esa habilidad diplomática para ocultarlo, la cual yo no poseo”.
“Por ahora no tengo ningún papel a la vista, planeo centrarme en el cambio climático. Creo que aún tenemos esperanzas si hacemos todo bien. Seriamente. Tenemos alrededor de siete u ocho años para reducir a la mitad lo que usamos de combustibles fósiles. Pero desafortunadamente las personas con menos responsabilidad son las más afectadas, el Sur Global, los habitantes de las islas, los pobres de color. Es una tragedia que tenemos que frenar radicalmente; arrestar a todos los responsables”, prosiguió la actriz, siempre activa en sus causas. “El calentamiento global no existiría sin patriarcado y sin racismo”, añadió.
Por supuesto, no podía faltar la mención al movimiento feminista MeToo. “Es admirable. Más allá de evitar abusos sexuales, ha logrado que cada víctima pueda contar su caso y ser defendida. Definitivamente, eso es un gran avance”, remató.