Washington. Demócratas y republicanos dieron señales de acercarse a un acuerdo para aumentar el tope de la deuda de Estados Unidos –actualmente de 31.4 billones de dólares– y evitar que en cuestión de días la mayor economía del mundo quede imposibilitada de honrar sus pagos.
Tras varias rondas de conversaciones, el presidente Joe Biden y el congresista republicano Kevin McCarthy comienzan a acercar posturas para aumentar el límite de deuda del gobierno durante dos años y limitar el gasto, con coincidencias sobre la financiación del Servicio de Impuestos Internos y las fuerzas armadas, pero seguían enfrentados por la presión republicana en favor de nuevos requisitos laborales para algunos programas de lucha contra la pobreza, dijo un funcionario a Reuters.
Una prórroga de dos años sobre el tema de la deuda significaría que el Congreso no tendría que volver a abordar el límite hasta después de la elección presidencial de 2024.
El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, también indicó que los legisladores progresaban en el tema, pero no se descarta que las negociaciones se prolonguen durante el fin de semana.
Cualquier acuerdo tendría que ser aprobado por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y el Senado, dominado por los demócratas, antes de que Biden pueda convertirlo en ley, un proceso que podría llevar más de una semana.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, amplió del primero al 5 de junio el plazo para elevar el límite de la deuda federal, lo que da un poco más de respiro para alcanzar un acuerdo que evite un impago potencialmente desastroso.
Varias agencias de calificación crediticia informaron que la nota de Estados Unidos fue puesta en revisión para una posible rebaja, lo que aumentaría los costos de endeudamiento y socavaría la posición del país como columna vertebral del sistema financiero mundial.
Solución permanente: FMI
El Fondo Monetario Internacional instó al Congreso de EU a elevar de inmediato el límite de la deuda pública, y llamó a alcanzar una solución permanente. “La política arriesgada sobre el techo de la deuda federal podría crear un riesgo sistémico adicional y completamente evitable tanto para EU como para la economía mundial, en un momento en que ya existen tensiones visibles”.