El presidente Andrés Manuel López Obrador reivindicó el método de encuestas para la elección de candidatos en su movimiento, bajo el compromiso de aceptar los resultados, porque él no apoyará a quienes anteponen su interés personal sobre el colectivo.
“Al que ganó la encuesta, ese es a quien voy a apoyar cuando se haga para la Presidencia, sea mujer, sea hombre. Son mis hermanos y mi hermana.”
La advertencia del mandatario surgió al ser interrogado sobre el desempeño del abanderado del Partido del Trabajo a la gubernatura de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja, de quien tajantemente marcó su distancia. “Se fue sin decir adiós. Y no quiero –creo que esto lo puedo decir sin que me vayan a afectar– que se use mi nombre, porque yo no tengo relación con él, así de claro.”
Destacó que como dirigente de Morena dejó dos mecanismos que han resultado eficaces y reducido los riesgos de división: la selección de candidatos a gobernador o presidencial mediante encuestas, y la de aspirantes a diputados plurinominales mediante la rifa entre los interesados.
Señaló que ha sido una buena experiencia, porque la rifa permitió a campesinos, obreros o maestros llegar al Congreso, más allá de las críticas de que se requerían parlamentarios, pero de esos seleccionados de las clases populares “ninguno traicionó; han actuado con rectitud hasta ahora”.
López Obrador aprovechó una pregunta sobre Mejía Berdeja para dejar clara su postura rumbo a la designación del candidato presidencial. “Es el pueblo el que decide; se acaba el dedazo. Puede ser mi hermano, mi hijo, pero se somete a una prueba, un escrutinio, una consulta, una encuesta, y el pueblo dice. Entonces, eso debe quedar muy claro: no he inclinado la balanza en favor de nadie ni lo voy a hacer. Se acabaron el tapado y el dedazo.”
Fue particularmente duro con Mejía Berdeja, ex subsecretario de Seguridad Pública que acudía semanalmente a su conferencia: “o sea, no gano la encuesta, me voy con otro partido, pero sí soy el candidato de Andrés Manuel”. No, eso es un acto de deshonestidad, es engañar a la gente. ¿Cómo voy a estar apoyando a alguien que pone por delante su interés personal y no está pensando en el general, en el que defendemos: el interés público. No luchamos por cargos, luchamos por ideales”.
–¿No van a cambiar los procesos internos de Morena?
–No. Ojalá y no los cambien. Ya no nos vamos a meter en eso, pero en los estatutos está este sistema, que ha funcionado muy bien.