Madrid. Con gesto de contrición y anunciando de entrada que iba a responder a todas las preguntas que le hicieran, Javier Tebas, presiden-te de la liga española, pidió de nuevo “perdón” a Vinicius y al mundo del futbol por sus primeras palabras al producirse los ataques racistas contra el jugador brasileño en el campo del Valencia el pasado domingo, en las que convirtió a la víctima en el culpable.
El máximo dirigente de la Primera División española tuvo que repetir más de 12 veces “yo no soy racista”, al tiempo que insistió en pedir “competencias” a los dirigentes políti-cos para poder actuar contra este tipo de conductas: “Si nos las dan, acabamos con el racismo en los estadios en seis meses”, aseguró.
Tebas protagonizó una rueda de prensa de más de una hora y media, en la que respondió a todo tipo de cuestiones, incluidos los reiterados reproches a sus palabras tras estallar el caso Vinicius, en las que atacaba al jugador por de-cir que España es un país con un grave problema de racismo.
“Son mis peores días como presidente, porque no soy racista. Y cuando alguien te acusa de ello, duele”, reconoció.
El directivo aprovechó para referirse directamente a Vinicius y decirle: “Perdona si te ofendiste por el tuit, pero no pretendía acusarte”.
A la pregunta sobre por qué los organismos del futbol español no actúan contra los insultos que se viven cada fin de semana en los estadios, Tebas explicó que “llevamos un tiempo muy importante luchando contra el racismo y ante cualquier grito grave que se haga en los estadios. Antes se cantaban gritos racistas y homófobos, recuerdo a Roberto Carlos, a Cristiano Ronaldo, alaridos de Messi subnormal, y nos empeñamos desde LaLiga en que eso tenía que desaparecer, y así fue. Algunos presidentes dijeron que preten-díamos que los estadios fueran una ópera. Ganamos esa batalla y no sin coste personal, porque tuve que llevar escolta, me acosaron en mi casa, pero lo logramos”.
También explicó que él es partidario de que haya sanciones más duras contra este tipo de conductas, pero que actualmente la ley española no lo permite, además justificó la falta de diligencia de los equipos y de las instituciones del futbol español en identificar y llevar ante la justicia a los responsables.
“No tenemos esas competencias sancionadoras, pero si nos dan las competencias y se cambia la ley, en seis meses ponemos fin al racismo en los estadios”, aseguró.
Libertad cautelar
En relación al caso de las amenazas que sufrió Vinicius en enero pasado, cuando colgaron un muñeco con su figura en un puente de Madrid, el juez que instruye el caso decidió dejar en libertad provisional a las cuatro personas vinculadas, que a su vez forman parte de uno de los grupos de aficionados más violentos del país, el Frente Atlético.
Los cuatro están acusados de un delito de odio y otro contra la integridad moral, por lo que se les prohíbe cautelarmente acercarse o comunicarse con el jugador, así como acercarse a menos de un kilómetro de la ciudad deportiva del Real Madrid, el Santiago Bernabéu, el Metropolitano y los demás estadios.