Cannes. El alemán Wim Wenders ganó en Cannes en 1984 con una reflexión sobre la reconciliación con el pasado y ese tema no lo ha abandonado 40 años después, como demuestra con Perfect Days, en tanto la francesa Catherine Breillat se regodea en la debilidad de la carne con L’été dernier.
A sus 77 años, Wenders es una de las leyendas cinematográficas que dominan la 76 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes.
Martin Scorsese, de 80 años, hurga en la historia de Estados Unidos con Killers of the Flower Moon, el italiano Marco Bellocchio, de 83 años, en la de su país con Rapito y su compatriota Nanni Moretti, de 69 años, lo mezcla todo y lanza una diatriba con El sol del futuro.
Perfect Days cuenta en cambio una historia sencilla: la de un trabajador japonés, Hirayama, que limpia baños públicos cada día, se sienta en un parque al mediodía para almorzar y tomar fotos de los árboles y parece reconciliado con la vida.
Como el desasosegante personaje que interpretó el actor Harry Dean Stanton en la multipremiada Paris Texas (1984), detrás se esconde un episodio terrible de su pasado, que el espectador descubre a medias, a mitad de la película.
Bondad humana filmada de manera lenta y tenaz
A Wenders le interesa la bondad humana y la filma de manera lenta y tenaz.
“La verdad es que si aprendes a vivir totalmente en el aquí y ahora, ya no hay rutina, sólo una cadena inacabable de momentos únicos”, explica en las notas de producción de Perfect Days.
El director alemán ganó en 1976 el premio de la crítica internacional con En el curso del tiempo.
Paris Texas fue su consagración, con los premios de la crítica internacional y el del jurado, además de la Palma de Oro.
En 1987 se llevó el premio a la mejor dirección por Las alas del deseo y en 1993 el Gran Premio del Jurado por ¡Tan lejos, tan cerca!
Para la directora y escritora Catherine Breillat, que regresó a Cannes después de una década, el ser humano en cambio es débil ante la tentación y la cámara está para contarlo.
L’été dernier narra la vida acomodada de una abogada (Léa Drucker). Retoma un tema explorado en otra película en competencia: May December, de Todd Haynes.
El filme de este último arranca años después de una relación entre una mujer madura que se había enamorado de un chico de 13 años. Las aguas se calmaron, aunque no totalmente.
Después de Wenders y Breillat, sólo quedan dos obras por estrenar: La Chimera, de Alice Rohrwacher, y The Old Oak, de Ken Loach, ambas hoy.