La Secretaría de Marina (Semar) elaboró una cartilla de ciberseguridad para pedir sus elementos que no compartan fotografías de sus actividades laborales y publicaciones que ridiculicen a la institución y eviten crear o fomentar rumores.
Luego de los jaqueos sufridos por el Ejército, la Semar consideró necesario informar de los riesgos de navegar en Internet. “Personal naval y civil de la institución: el ciberespacio es considerado por las fuerzas armadas como el quinto campo de batalla, paralelo y transversal al entorno marítimo, aéreo, terrestre y espacial. El ciberespacio representa un gran beneficio para la humanidad y en él convergen gobiernos, iniciativa privada y sociedad, pero también es usado por actores malintencionados que generan amenazas y riesgos, dando pasos a los ataques cibernéticos que cada vez son más frecuentes y sofisticados”, señala el titular de la Semar, José Rafael Ojeda Durán, en la presentación de la cartilla.
Añade que la Armada, al ser parte de las instancias responsables de la seguridad nacional, tiene la obligación de garantizar la vigilancia de dicho entorno.
“Para alcanzar la seguridad en el ciberespacio se necesita que todos y cada uno de nosotros conozcamos los riesgos y amenazas existentes, por lo que les instruyo a que apliquemos las medidas básicas de ciberseguridad a efecto de proteger nuestros activos de información”, añade el funcionario.
Diseñada a modo de infografía, la cartilla señala que los servicios de Internet de la Semar se deben usar sólo para fines institucionales y no para acceder a redes sociales. Además, pide “no alterar información para encubrir anomalías, generar rumores en redes sociales o participar en la planeación o ejecución de actos deshonestos”.
El documento, elaborado por la Unidad de Ciberseguridad de la Semar, advierte también de los riesgos de emplear aplicaciones no autorizadas y conectar dispositivos USB desconocidos.
En diciembre de 2021 se aprobó un Código de conducta para el personal de la Armada respecto a la seguridad de la información”, que sirvió de base para elaborar la cartilla. Éste advierte que “en las relaciones personales o profesionales con personas ajenas al medio institucional, es válida la consulta, intercambio de opiniones en cuestiones de criterio o asesoría, pero no el proporcionar datos que involucren información institucional que requiera confidencialidad o que dañe la imagen institucional con actitudes contrarias a la disciplina”.