El séptimo tribunal colegiado en materia administrativa en la Ciudad de México revocó la suspensión provisional que una juez federal había concedido a la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), contra la impresión de los libros de texto gratuitos de primaria para el ciclo escolar 2023-2024.
En una sesión extraordinaria de tres minutos, y sin mayor debate, los magistrados consideraron fundado el recurso de queja que promovió la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Yadira Elizabeth Medina Alcántara, titular del juzgado tercero de distrito en materia administrativa, programó para hoy o mañana la audiencia incidental en la que determinará si le otorga a la UNPF la suspensión definitiva. En caso de concedérsela, las autoridades educativas de nuevo podrán impugnar la resolución.
Por su parte, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) también impugnó la medida cautelar que la juez federal le concedió a la organización contra la impresión del tiraje, pero los magistrados la declararon sin materia, porque determinaron revocarla.
El pasado 18 de mayo, la impartidora de justicia resolvió sobre la suspensión provisional del juicio de amparo que presentó Marco Antonio Carlos Dueñas González, a nombre de la UNPF, contra la orden y/o autorización de imprimir los libros de texto gratuitos de primaria, bajo el argumento de no adecuarse a los planes y programas de estudio vigentes ni seguir el procedimiento previsto para su emisión.
“Disputa ideológica en la que los alumnos pierden”
Mientras tanto, directores y profesores de diversos estados indicaron que la concesión y revocación de amparos para impedir la impresión de los libros de texto gratuito (LTG), que se entregan cada ciclo escolar a casi 14 millones de estudiantes de primaria, “es parte de una añeja disputa ideológica por el control de su contenido, y pasa como cuando se divorcian los padres de familia: no hay ganadores, sólo un perdedor, los alumnos”.
Educadores de Colima, Chiapas, Guanajuato y Michoacán alertaron que los procesos para imprimir y distribuir los libros no se pueden “suspender de forma arbitraria ni por decisión de un juez, porque sus efectos son irreversibles. Si un niño comienza su primaria sin sus libros de texto, no sólo afecta su proceso formativo, sino facilita el camino a la deserción”.
Óscar Vargas Munguía, maestro unitario y director comisionado en la comunidad de Agua Dulce, en Villa de Álvarez, Colima, señaló que la disputa entre la UNPF y la SEP es un “choque ideológico, pero también de intereses. Lo que no podemos aceptar como maestros es que, por un grupo de padres de familia que se sienten ofendidos con el contenido de los libro de texto, millones de alumnos de primaria se queden con las manos vacías”.
Por su parte, organizaciones de la sociedad civil se sumaron a la exigencia para detener la impresión y distribución de los libro de texto.
Francisco Landeros, de la organización Suma por la Educación, señaló que de los materiales que se han filtrado de los nuevos libros han detectado que no hay metodologías pedagógicas para los maestros, además de que “son impositivos y descriptivos”, porque no hay espacio para que los alumnos puedan expresarse.