Barcelona. Cuatro personas acusadas de colgar de un puente una efigie del jugador del Real Madrid Vinicius Junior fueron liberados este jueves en Madrid, aunque seguían investigados por posible crimen de odio.
Un juez español prohibió a los cuatro sospechosos intentar comunicarse con el jugador brasileño. También les impuso una orden temporal de alejamiento de un kilómetro a la redonda desde las instalaciones de entrenamiento y el estadio del Real Madrid y les prohibió acercarse a esa distancia a cualquier estadio de futbol en las cuatro horas previas y cuatro horas posteriores a partidos de la liga española.
Los cuatro también están siendo investigados por atentado contra la integridad moral de Vinicius, añadió el comunicado de la corte. Los acusados optaron por no responder a las preguntas del juez en su primera comparecencia, un derecho constitucional.
El suceso ocurrió el 26 de enero antes de un derbi entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid.
Pero las detenciones no se produjeron hasta el martes, en medio de un escándalo público en España por el último incidente de ataques racistas a Vinicius.
La policía también detuvo el martes a tres personas acusadas de insultos racistas durante un encuentro el sábado contra el Valencia en el estadio de Mestalla. Esos tres sospechosos también fueron liberados más tarde, mientras que el estadio tendrá que jugar los próximos cinco encuentros con parte de sus gradas cerradas.
Vinicius, de 22 años, ha sufrido reiterados ataques racistas desde que llegó a España hace cinco años desde Brasil.
Los crímenes de odio en España suelen conllevar penas de prisión de entre uno y cuatro años, mientras que el atentado a la integridad moral se castiga con penas de entre seis y 24 meses.
También este jueves, el Defensor del Pueblo de España solicitó al Consejo Superior de Deportes, el ente estatal a cargo del deporte, más información sobre los insultos racistas sufridos por Vinicius durante el partido en el Valencia. El despacho del Defensor del Pueblo dijo que ha recibido quejas de “dos organizaciones de la sociedad civil brasileña” por los incidentes y que estaba en contacto con su homólogo del país sudamericano.
En un comunicado, el Defensor del Pueblo señaló que la legislación española prohíbe todo acto de racismo, xenofobia e intolerancia en el deporte.