Bruselas. La Comisión Europea cuenta con Google para promover estándares “voluntarios” para desarrollar inteligencia artificial por empresas continentales y extracomunitarias antes de que la Unión Europea pacte la regulación que prepara para esta tecnología, normas que Bruselas no espera estén en marcha antes de 2025.
El comisario de Telecomunicaciones, Thierry Breton, adelantó lo anterior y se reunió ayer en la capital belga con el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, quien más tarde también fue recibido por la vicepresidenta comunitaria de Justicia y Consumo, Vera Jourova.
Fuentes indicaron que Pichai y Jourova también abordaron el aspecto del uso de la inteligencia artificial y coincidieron en el “impacto” que este lenguaje puede tener en propagar desinformación, por lo que “todos deben prepararse ante una nueva ola de riesgos generados por la IA” y enfrentarse, por ejemplo, con mayor transparencia cuando un mensaje está generado de manera artificial.
Las fuentes añaden que el responsable de Google quiso subrayar que esa compañía ya cuenta con “salvaguardas” en sus modelos de IA y que sigue invirtiendo para garantizar la seguridad de los nuevos productos.
La facilidad con que se difunde propaganda y desinformación en las redes, incluso a través de Google a favor de Rusia, también preocupa a Bruselas, por lo que Jourova advirtió al gigante tecnológico de que espera un mayor esfuerzo a la hora de rendir cuentas en el marco del Código de buenas prácticas contra la Desinformación del que Google es parte de forma voluntaria.
El Ejecutivo comunitario prevé publicar en julio nuevos informes sobre la presencia de la desinformación en plataformas y las medidas tomadas, por lo que Jourova pidió a Google colaborar ofreciendo información detallada y que mejore el acceso de los investigadores a los datos que permitan evaluar la difusión de noticias falsas.
Otra de los temas abordados por la vicepresidenta comunitaria con el responsable de Google es la referida a las elecciones europeas y nacionales, por los riesgos de injerencias de desinformación, así como para pedir a la compañía que dedique más recursos a las lenguas más pequeñas de la Unión Europea.
Estafan a empresario
En China un estafador utilizó la inteligencia artificial para cambiar su apariencia y hacerse pasar por amigo de otro propietario de una firma, a quien consiguió robar más de 600 mil dólares, informaron autoridades. La víctima, del que sólo se publicó el apellido, Guo, explicó que en abril recibió una llamada por video de alguien cuyo rostro y voz se parecían mucho a las de una persona cercana.
Este sujeto, sin embargo, era en realidad un timador que utilizó “una tecnología de inteligencia artificial para modificar su cara”, según un artículo vinculado a las autoridades de Fuzhou.
El estafador aseguró que otro amigo necesitaba urgentemente dinero para pagar un depósito de garantía para una licitación.
Así consiguió convencer a Guo de transferir 4.3 millones de yuanes (610 mil dólares) desde la cuenta bancaria de su empresa. “Durante la llamada por video, estaba convencido de haber reconocido la cara y la voz de la persona que me llamaba, por eso no desconfié”, declaró Guo, citado en el artículo.
Después de hacer el pago, envió un mensaje al amigo cuya identidad había sido usurpada, quien, ante su incomprensión, ya que no estaba al tanto de nada, Guo se dio cuenta del error y llamó rápidamente a la policía, que ordenó al banco no llevar a cabo la transferencia. Así, Guo pudo recuperar 3.4 millones de yuanes (482 mil dólares).
Los autores del timo no fueron identificados.
El uso de la inteligencia artificial, a veces con fines malintencionados, ha levantado desconfianza en el mundo, sobre todo después de que la empresa estadunidense OpenAI lanzó en noviembre ChatGPT, robot conversacional que puede imitar la voz humana.
Esta interfaz no es accesible en China, pero ChatGPT es un tema del que se habla mucho en las redes sociales y los gigantes tecnológicos locales hacen todo lo posible para crear dispositivos parecidos.