La fiscalización de partidos debe ser rigurosa, estricta, sin reducir estándares, señaló David Isaac Ramírez Bernal, nuevo encargado de despacho de la Unidad Técnica de Fiscalización (UTF) del Instituto Nacional Electoral (INE).
En su primer día en esta responsabilidad, ofreció mayor diálogo a los entes fiscalizados y aunque los partidos “no son adversarios” , dejó en claro que la UTF no reducirá sus estándares. "Insisto, la fiscalización debe ser rigurosa pero no rigorista. Revisemos la conducta y si hay lugar a la sanción ésta caerá por sí misma".
Ramírez Bernal fue propuesto por el consejero Uuc-kib Espadas, de quien hasta el viernes pasado fue su asesor, y tocará atender un rezago histórico de 248 asuntos, algunos de los cuales tienen origen en el año 2018.
El funcionario es licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM y maestro en Economía y Política Internacional por el CIDE; en ambas casas de estudio ha sido profesor -y también sindicalista en el Cide-, al tiempo que se desarrolló como asesor de legisladores.
Aunque desde muy joven militó en varios partidos, como el Mexicano de los Trabajadores y en el Mexicano Socialista, del que fue dirigente y candidato a legislador, desde 1993 dejó la militancia partidista. Por tanto, tampoco ha militado en Morena, acotó.
“Desde ese entonces no tengo vínculos partidistas, aunque aprendí a tener amigos en todos los partidos”, dijo al referirse a su trayectoria de 23 años como analista de fiscalización de los recursos públicos entregados a fuerzas políticas.
Tan solo para el año en curso, las prerrogativas (recursos públicos) entregados a partidos políticos ascendió, en conjunto, a 6 mil 233 millones de pesos. Al momento de comprobar gastos entra en acción la UTF, aunque también vigila los recursos aplicados en las elecciones locales.
En entrevista realizada en el INE, señaló que su objetivo al frente de la UTF es fortalecer las razones por las cuales se sanciona, aunque bien se sabe que los involucrados “jamás recibirán (la multa) con una sonrisa”, es importante acreditarlas “sin filias ni fobias, de conformidad con lo que indican las evidencias recolectadas”.
Es decir, dijo, la fiscalización no busca obsesivamente imponer sanciones sino evaluar en sus méritos las conductas de los partidos en materia de ingreso-gasto, con base en lo que establece la ley, sin ningún otro tipo de consideraciones. Al contrario, ofreció diálogo.
Ante un ejemplo de las resoluciones de la UTF, por ejemplo, cuando la autoridad electoral dijo que Félix Salgado Macedonio no había presentado informe de gasto de precampaña, para la contienda por la gubernatura de Guerrero, Ramírez Bernal señaló que la fiscalización no es un tema de rigidez o permisibilidad sino de aplicar la ley de modo prudente y con pruebas.
Aclaró que los informes de la UTF se ponen a consideración de la comisión de Fiscalización y, a su vez, de ahí pasa al consejo general del INE, cuyas resoluciones pueden ser impugnadas en el Tribunal Electoral.