Moscú. El ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, rompió su silencio este miércoles y advirtió que su ejército responderá con “rapidez” y “suma dureza” en caso de producirse nuevas incursiones como la que realizó un grupo armado de “saboteadores ucranios” en la fronteriza región de Belgorod el lunes anterior.
Al reunirse con la plana mayor del ejército, Shoigu repitió la versión completa que el día anterior (martes) hizo pública su vocero, Igor Konashenkov, y volvió a decir que, en una operación conjunta del ejército, la Guardia Nacional y las fuerzas de seguridad del Estado, “han sido liquidados más de 70 terroristas ucranios”.
Pero ni la dependencia castrense ni los canales de noticias que se le subordinan han podido presentar cadáveres apilados de decenas de atacantes, lo que tranquilizaría a los habitantes de las localidades de la zona que permanecen en refugios y se niegan a regresar a sus casas.
Circula sólo un breve video donde apenas se ven 6 u 8 combatientes muertos, pero no se sabe dónde ni cuándo perdieron la vida, y hasta el periódico Nezavisimaya Gazeta, en su edición de este miércoles, puso en entredicho la versión oficial presentada el martes por el vocero Konashenkov.
“El incidente (así se refiere a la incursión el diario dirigido por Konstantin Remchukov) duró dos días, sin embargo con base en las contradictorias declaraciones oficiales, en lo que dicen los medios de comunicación y en la difusión de falsedades interesadas es muy difícil reconstruir el verdadero cuadro de lo sucedido: no sabemos qué tan numeroso era el grupo de saboteadores, qué bajas sufrieron las partes y cuándo abandonaron los atacantes el territorio de la Federación Rusa”.
Apenas el general Konashenkov reportó que “el ejército mató a todos los terroristas” aparecieron en las redes sociales videos de “atacantes muertos” que aseguraban que seguían combatiendo y, más tarde, otro donde se ve que regresan sonrientes a Ucrania con al menos dos vehículos blindados capturados al ejército ruso que se llevaron como trofeo.