En un mercado al que sólo cuatro entes privados tienen acceso, Grupo México, de Germán Larrea, tiene a su disposición más de la mitad de la red ferroviaria concesionada en el país. El segundo hombre más rico no sólo de México, sino de América Latina, concentra a través de Ferromex y Ferrosur 9 mil 953 kilómetros de los 19 mil 120 concesionados a grupos privados, paraestatales y gobiernos de los estados, lo que representa 52 por ciento del total, exhibe información de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).
Esa extensión permitió que Ferromex y Ferrosur –subsidiarias de Grupo México– aglutinaran el movimiento de 59.4 por ciento de la mercancía trasladada en ferrocarriles a través del país durante el año pasado. De acuerdo con estadística de la ARTF, las empresas de Grupo México movieron 76.36 millones de toneladas en 2022, de las 128.45 millones en total que se trasladaran en todo el sistema ferroviario, y entre las que se cuentan productos industriales, agrícolas, minerales, derivados de petróleo y otros químicos.
El transporte ferroviario en manos de privados nació concentrado. Resultado de un proceso de privatización que arrancó en 1995 para sepultar a la estatal Ferrocarriles Nacionales de México heredada del porfiriato, menos de cinco grupos económicos se hicieron de concesiones de medio siglo entre ellas Ferromex, de Grupo México.
Actualmente el transporte ferroviario está aglutinado en 10 concesionarios y asignatarios, entre privados y públicos. Para operar una red de 19 mil 120 kilómetros, dos corporativos, Ferromex-Ferrosur y Kansas City Southern de México cuentan en conjunto con 74.6 por ciento de las concesiones de la red operada y también tienen bajo su control la mayoría de los nodos más importantes en cuanto a volumen de carga.
De acuerdo con un informe de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) publicado a mediados de 2021, estas dos empresas también tienen bajo su control todos los pasos fronterizos del norte del país y puertos con mayor volumen de comercio internacional, lo que les permite mover hasta 82 por ciento de la carga en el Sistema Ferroviario Mexicano (SFM).
“La apertura a la participación de privados en el SFM resultó en aumentos significativos en su productividad, modesta inversión en infraestructura, cierto incremento en la participación en la carga transportada y, de manera importante, liberó a las finanzas públicas de subsidios crecientes para mantener la operación del servicio. No obstante, este estudio muestra que la competencia intramodal en el SFM es escasa, que la red opera de manera desarticulada y que la oferta del servicio público de transporte ferroviario de carga está concentrada en dos grupos económicos (México y Kansas )”, reportó la Cofece.
El más reciente Anuario estadístico de la ARTF exhibe que entre los concesionarios del SFM, Ferromex concentra 46.1 por ciento de la red, Ferrosur, también de Grupo México Transportes, tiene otro 10.3 por ciento; Kansas City Southern de México explota el 24.4 por ciento.
El resto se reparte entre Ferrovalle (1.7 por ciento), Línea Coahuila Durango (5.5 por ciento), Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (11.5 por ciento), el gobierno de Baja California (0.4 por ciento), el gobierno de Puebla (0.05 por ciento) y Fonatur Tren Maya (8.37 por ciento).
La semana pasada personal de Marina ocupó el tramo ferroviario Coatzacoalcos-Medias Aguas, concesionado a Ferrosur, filial de Grupo México, al tiempo que la operación se acompañó de un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación. El secretario de Gobernación, Adán Augusto López dijo que se trataba de una ocupación temporal.
La firma de Larrea se sorprendió de la medida, pues dijo, se mantenían en negociaciones. El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que en efecto se trató de llegar a un acuerdo con la empresa, pero ésta amagó con una compensación de 9 mil 500 millones de pesos.
De acuerdo con el reporte financiero del primer trimestre de 2023 presentado por Kansas City Southern, de la que es parte la firma que opera en México, sus activos concesionados por el gobierno de México tienen un valor estimado en 8 mil 300 millones de dólares. Al margen de cómo se valúa, eso implica un promedio de 1.9 millones de dólares por kilómetro.
Bajo ese parámetro, los 120 kilómetros ocupados por la Marina para avanzar en las obras del Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec representan 1.2 por ciento de la vía que tiene concesionada Grupo México y un costo, bajo un parámetro equiparable al de Kansas City Southern, con valor de 230.9 millones de dólares (alrededor de 4 mil 151.9 millones de pesos).