En el asiento de copiloto de una lujosa camioneta azul, propiedad del empresario Emilio Azcárraga Jean, dueño de Grupo Televisa, Juan Carlos Rodríguez se presentó ayer ante los dueños del futbol mexicano para asumir la presidencia de la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Sin preguntas de por medio, Rodríguez delineó por espacio de dos horas el nuevo plan de operación del organismo. Como parte de sus primeras acciones, respaldó a Rodrigo Ares de Parga, director de selecciones nacionales, para avanzar en la mejora de la estructura deportiva con los cargos pendientes.
Los elegidos por De Parga des-de hace varios días son los perfi-les de Duilio Davino, con experiencia en la dirección deportiva, y el argentino Andrés Lillini, técnico conocedor para coordinar los representativos menores. A ellos podría sumarse en las próximas horas el ex futbolista Gerardo Espinoza, campeón con el Tapatío en la Liga de Expansión y elegido para dirigir la categoría Sub-23. Lo único que resta para su presentación es establecer los términos de su contrato.
Mientras eso se define y el proyecto de los combinados nacionales encuentra un rumbo distinto, la FMF planifica la creación de una Comisión Ejecutiva, de la cual se hará cargo en 2026 La Bomba Rodríguez bajo la naciente figura de Comisionado del futbol mexicano.
En la MLS, torneo que ha servido de espejo para los altos dirigen-tes de la Liga Mx, dicho puesto representa a la máxima autoridad de este deporte (Don Garber) e incluye en sus funciones expandir el alcance y audiencia de la competencia, establecer políticas y procedimientos de forma inapelable, la presentación de un presupuesto anual, así como el derecho a modificar los calendarios de competencia.
“Al igual que los demás socios de la Liga, nos adherimos a todas las iniciativas de desarrollo y crecimiento que institucionalmente aplicará el equipo encabezado por el nuevo presidente de la Federación, lo que generará un cambio importante en nuestra industria”, expresó Orlegi Sports, grupo encabezado por Alejandro Irarragorri y dueño de los clubes Atlas y Santos.
Aunque los estatutos de la FMF indican que la asamblea extraordinaria es la única con la facultad de elegir a un nuevo presidente, Rodríguez será quien elija a su sucesor federativo antes de asumir como comisionado. De tal forma que su ciclo en la más alta esfera del balompié nacional puede extenderse hasta ocho años, lo que significa dos procesos mundialistas (2026 y 2030) de punta a punta. Resta por definir qué posición será la de más alto rango en la toma de decisiones.
“La Federación necesita un presidente negociador, que trabaje en equipo con los 18 clubes para lograr la proyección que un organismo de este tipo debe tener”, aseveraba Armando Martínez, presidente del Pachuca, semanas antes de la presentación de Rodríguez en la asamblea.
En ligas estadunidenses como la NFL, la responsabilidad primordial del comisionado consiste en vigilar todos los negocios y temas relacionados con la gestión de la competencia. Elmer Layden desempeñó dichas tareas por primera vez en 1941, aunque el origen de esta figura se remonta a 20 años antes con el nombramiento de Judge Landis en la máxima oficina de las Grandes Ligas.