Londres. El príncipe Enrique perdió un recurso para impugnar la decisión del gobierno británico dejar de darle protección policial cuando esté en el Reino Unido, según una decisión publicada por la justicia británica.
Enrique y su esposa Meghan perdieron la protección a costo del contribuyente cuando decidieron abandonar su trabajo como miembros de la familia real en 2020.
La pareja, que vive en California, cuenta con su propio equipo de protección privada en Estados Unidos, pero Enrique afirma que su personal no cuenta con jurisdicción ni acceso a información de inteligencia para mantener segura a su familia en suelo británico.
El príncipe impugnó la decisión del Ministerio del Interior, que le negó la posibilidad de pagar con sus fondos su seguridad en Reino Unido.
Ayer, el juez a cargo del caso cerró la puerta a más litigios.
Los abogados del Ministerio del Interior argumentaron en una audiencia que no es “apropiado” que personas acaudaladas “compren” protección que pueda incluir a personal armado, cuando ya se tomó una decisión de que el “interés público no amerita” que reciban seguridad especial con financiamiento público.
La cuestión de su seguridad volvió a la palestra a mediados de mayo, cuando el príncipe y su esposa fueron perseguidos en auto por las calles de Nueva York por un grupo fotógrafos.
El incidente dio lugar a versiones contradictorias, pero una fuente cercana a la pareja afirma que esta “persecución” pudo ser “catastrófica”.