Madrid. El robo de coches en Europa se ha convertido en una industria en auge, que en los últimos tres años ha experimentado un nuevo patrón de actividad: el hurto de los catalizadores, un dispositivo situado en los bajos del vehículo que se comunica con el tubo de escape y que contiene tres metales muy codiciados en el mundo: el paladio, el rodio y el platino.
Según datos oficiales del instituto de estadística Eurostat, cada año se perpetran en el continente alrededor de 150 mil robos de vehículos, de los cuales “alrededor de 10 por ciento” tienen como fin la extracción del catalizador para después venderlo por piezas en el mercado negro.
Un experto en robo de vehículos de la Policía Nacional de España, que no puede ser identificado por su nombre por seguridad, explicó a La Jornada que “en los últimos años se ha identificado una nueva práctica de los ladrones de coches, que consiste en la extracción de los catalizadores, para lo que han llegado a desarrollar técnicas muy rápidas y sigilosas, con las que son capaces de robar un catalizador en algo más de tres minutos y hasta 50 o 60 en un solo día”.
El robo del catalizador se hizo más popular en Europa a principios de 2021, cuando a raíz de la carestía de algunos insumos, como el paladio, el rodio y el platino, las organizaciones delictivas que se dedican a este tipo de hurtos vieron que en esos elementos había una buena oportunidad de negocio.
Los datos que maneja la policía española, que además coteja y alimenta con el resto de policías de los países europeos, es que las bandas que se dedican a este negocio tienen un mismo modus operandi: en su estructura hay varias partes; primero, las que se dedican a la labor de la calle, es decir, a extraer los catalizadores; después está la sección responsable de la extracción de los metales codiciados de la pieza; y, finalmente, la que se dedica a su comercialización en el mercado negro, y también se ha identificado una ruta específica de este material que culmina su viaje en Estados Unidos, en concreto en la ciudad de Houston.
Recientemente, la policía española realizó una gran operación contra este tipo de mafias, que se saldó con 29 personas detenidas, se realizaron 15 registros de viviendas y oficinas, y se incautó tanto parte del material robado como armas de grueso calibre, 40 mil euros en efectivo (800 mil pesos), documentación falsificada y las herramientas que utilizaban para los hurtos, como gatos hidráulicos y sierras eléctricas para cortar los tubos de escape.
El operativo se inició gracias a una llamada anónima de un ciudadano que fue testigo de un robo y que dio a la policía el número de placa del vehículo con el que se realizó el hurto. A partir de ahí “se detectó que se trataba de una organización criminal que tenía una manera de trabajar sofisticada y con enlaces con otros países europeos, como Bulgaria y Rumania”, explicó la fuente policial. Y este operativo llevó a su vez a la realización de tres operaciones policiales más en Madrid, Toledo y Málaga, con las que se esclarecieron “un total de 501 hechos cometidos en las diferentes provincias a las que viajaban los investigados. Sólo a uno de los miembros más activos de la organización se le imputan hasta 43 hechos delictivos”, explicó el experto policial.
Tanto las empresas de seguros como las propias agencias policiacas europeas sostienen que el robo de catalizadores sólo tiene como objetivo la comercialización de los metales, que llegan a alcanzar un altísimo valor en el mercado negro, si bien el platino es el más valorado debido a que es un metal de transición blanco grisáceo, precioso, pesado, maleable y resistente que se emplea en diferentes sectores: la automoción, la industria química, la electricidad, la fabricación de vidrio, el refinado de petróleo y en las industrias médica y biomédica. Incluso, la policía sostiene que tanto el platino como el rodio y el paladio también se utilizan en las colecciones de joyería de alta calidad.
Según la plataforma de automovilistas de España, RACE, las marcas más codiciadas para el robo de la pieza son Citroën Xsara, Peugeot 406, Fiat Ducato y los Golf de la Volkswagen. El precio de mercado de un catalizador nuevo puede oscilar entre 250 y 500 euros, si bien en un vehículo de alta gama puede alcanzar 800. En la compañía de seguros Mapfre se informó que, sólo en España, “desde enero de 2021 hasta agosto de 2022, hemos gestionado algo más de 3 mil 600 expedientes de siniestro que nuestros asegurados nos han comunicado por el robo del catalizador de su vehículo, con lo que se ha detectado una tendencia al alza en comparación con el ejercicio anterior”.
Y esta misma tendencia se ha detectado en otros países europeos, sobre todo en Italia, Grecia, República Checa y Suecia, que es además donde tienen las tasas más altas de robo de vehículos.