A su familia no le sorprende que el último acto de Casey Rivara haya sido uno de compasión. Cuando vio que una mamá pato trataba de llevar a sus crías al otro lado de una ajetreada calle de California, Rivara detuvo su auto con el semáforo en rojo y se bajó para ayudar a que llegaran a salvo.
Rivara se aseguró de que el tránsito en todas direcciones se encontrara detenido, según los testigos, y luego guio a la pata y sus crías hacia el otro lado de la calle alrededor de las 20:15 horas el pasado jueves en Rocklin, un suburbio ubicado al noreste de Sacramento.
“Todos los patos cruzaron a salvo”, dijo Jude Peterson, de 11 años, quien vio la escena junto a otros pasajeros después de su entrenamiento de atletismo. “Lo que hizo fue increíble”.
Después de su buena obra del día, Rivara regresaba a su carro cuando otro vehículo cruzó la intersección y lo atropelló. Salió volando y cayó sobre la calle. El hombre de 41 años y padre de dos murió en el lugar.
“Casey era el esposo y padre más amable e increíble. Incluso su último acto en este mundo fue una muestra de su compasión”, dijo su tía, Tracey Rivara, en una página verificada de GoFundMe que recauda fondos para su viuda, su hija, de 11 años, y su hijo, de 6. Hasta la tarde del martes se habían recolectado casi 90 mil dólares.
“La familia esta intentando encontrar la forma de recuperarse y seguir adelante después de esta inmensa pérdida”, escribió su tía.
La conductora del vehículo que lo atropelló, una joven de 17 años, permaneció en el lugar y coopera con la investigación, señaló el capitán de la policía de Rocklin, Scott Horrillo. Los detectives siguen entrevistando a testigos y revisando los videos, aclaró, pero no parece que la adolescente vaya a enfrentar cargos.
“En este momento, no tenemos motivos para creer que haya habido algún tipo de negligencia criminal”, dijo Horrillo, quien se refirió al incidente como un trágico accidente.
Flores adornaban un altar improvisado en honor a Rivara en el lugar del accidente el martes en Rocklin, una localidad de unos 73 mil habitantes. Hubo quienes dejaron varios patitos de hule.