La incursión de un grupo armado en la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, el lunes por la mañana terminó la noche de este martes, cuando su gobernador, Viacheslav Gladkov, levantó el régimen especial de operación antiterrorista, después de que el ministerio de Defensa de Rusia reportó que “el ejército mató a todos los terroristas ucranios”.
El portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, expresó la preocupación del Kremlin por los hechos en Belgorod: “Sin duda, lo que sucedió ayer (lunes) es motivo de gran preocupación. Esto confirma una vez más que los terroristas ucranios continúan su actividad contra nuestro país, lo que requiere mayores esfuerzos de nuestra parte para que en el futuro no se produzcan ese tipo de incursiones”.
A la vez, Peskov comentó que el presidente Vladimir Putin no va a convocar una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad, que se lleva a cabo todos los viernes.
En su rueda de prensa diaria, el general Igor Konashenkov, el portavoz oficial de la dependencia castrense, aseveró que “los grupos armados nacionalistas fueron rodeados y eliminados. Han sido liquidados más de 70 terroristas ucranios” y el resto (no precisó cuántos) tuvieron que huir a territorio del país vecino donde la aviación y la artillería rusas siguieron bombardeándolos “hasta eliminar a todos”.
Como prueba de las afirmaciones de Konashenkov, el servicio de prensa del ministerio de Defensa difundió por la noche un breve video que muestra cuatro vehículos blindados y varias camionetas (el general señaló que eran cinco en total), volcados y con impactos de proyectiles, pero todos estaban vacíos y tampoco había cadáveres en los alrededores.
Konashenkov no proporcionó detalles sobre cuántos integrantes de lo que Moscú llama “unidad de saboteadores ucranios” –y Kiev sostiene que son “patriotas” rusos inconformes con la política del Kremlin que forman parte de los grupos Legión Libertad para Rusia y Cuerpo de Voluntarios Rusos–, pudieron cruzar la frontera.