Washington. El gobierno de Estados Unidos anunció ayer que Arizona, California y Nevada notificaron a Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming que llegaron a un acuerdo histórico para proteger el río Colorado, cuyo cauce se ha reducido por un cuarto de siglo de sequía y el empeoramiento de las condiciones climáticas.
"Hay 40 millones de personas, siete estados y 30 naciones tribales que dependen de la cuenca de ese río para obtener servicios básicos como agua potable y electricidad", dijo la secretaria del Interior, Deb Haaland, en un comunicado elogiando el acuerdo que pone fin a décadas de disputas.
Arizona, California y Nevada propusieron un plan de tres años para reducir significativamente el uso de agua del río Colorado, afectado por la sequía.
El plan conservaría 3 millones de acres-pie adicionales de agua del río de mil 450 millas. Al menos la mitad de esa cantidad (1.5 millones de acres-pie de agua), tendría que conservarse para 2024, según el plan.
A cambio de utilizar menos agua temporalmente, las ciudades, los distritos de riego, así como las tribus nativas americanas en los tres estados recibirán fondos federales, aunque los funcionarios no señalaron el monto que recibirían los usuarios individuales en los estados.
Los detalles del acuerdo anunciado fueron escasos, incluida la forma exacta en que se distribuirían los recortes. JB Hamby, presidente de la Junta del Río Colorado de California, dijo en un comunicado que su estado sería responsable de los recortes de 1.6 millones de acres-pie. No se proporcionaron detalles de inmediato sobre cómo Arizona y Nevada dividirían el resto.
Crisis por la sequía
El río Colorado ha estado en crisis a raíz de una sequía de varias décadas en el oeste intensificada por el cambio climático, el aumento de la demanda y el uso excesivo. Esas presiones han enviado los niveles de agua en los embalses claves a lo largo del río a mínimos sin precedente, aunque se han recuperado un poco gracias a las fuertes precipitaciones y la capa de nieve profunda de este invierno.
En los últimos años, los problemas del río han obligado al gobierno federal a recortar algunas asignaciones de agua y a ofrecer miles de millones de dólares para pagar a los agricultores.