Hiroshima. La ofensiva diplomática del presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, dominó la tercera y última jornada de la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) celebrada en esta ciudad, donde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que el ucranio le dio su palabra de que no empleará los cazas F-16 de fabricación estadunidense para atacar objetivos en territorio ruso.
Biden y Zelensky sostuvieron una reunión bilateral al margen de la cumbre, en la que el bloque de potencias impuso nuevas sanciones a Rusia. “Estados Unidos continúa ayudando a Ucrania a defenderse, responder y recuperarse”, afirmó Biden en el encuentro con su par europeo, en el que anunció un nuevo paquete de ayuda, estimado en 375 millones de dólares.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, “no romperá nuestra determinación” de apoyar a Ucrania, sostuvo Biden.
Más tarde, en una conferencia de prensa, el mandatario estadunidense se refirió al anuncio que hizo este fin de semana de que su país está dispuesto a entrenar pilotos ucranios en la operación de los cazas F-16. “Tengo la garantía de Zelensky de que no los usará para ir adelante y moverse contra Rusia en su territorio. Otra cosa es si las tropas rusas entran a territorio de Ucrania”, declaró en la rueda de prensa.
Biden externó también que las relaciones entre Washington y Pekín deberían comenzar a “descongelarse muy pronto”, después de que Washington derribó este año un globo chino por sospechas de que hacía labor de espionaje.
Al preguntarle por qué no está en funcionamiento una línea de comunicación directa prevista entre Estados Unidos y China, Biden expresó: “tienes razón, deberíamos tener una línea directa abierta. En la conferencia de Bali, es lo que habíamos acordado el presidente Xi (Jinping) y yo que íbamos a hacer, y a reunirnos”.
“Pero entonces, ese estúpido globo que llevaba el equivalente a dos vagones de carga de material de espionaje sobrevoló Estados Unidos”, añadió. “Fue derribado y todo cambió en términos de diálogo. Creo que verán cómo eso empieza a descongelarse muy pronto”.
Zelensky llegó de improviso a la cumbre la tarde del sábado a bordo de una aeronave oficial de Francia para participar en la cumbre, donde estaba previsto que su intervención fuera virtual. Se sentó a la mesa con los integrantes del G-7 y sostuvo reuniones bilaterales con distintos mandatarios, entre ellos Narendra Modi, primer ministro de India, con quien no se había encontrado en lo que va de la guerra.
Inicialmente se informó que buscó sostener un encuentro con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, otro de los invitados al cónclave, pero no lo consiguió. Pero el propio Lula aseveró que organizó una reunión con su par ucranio, quien llegó tarde, y su agenda se llenó después, publicó la prensa brasileña citada por Afp.
El diario Folha de Sao Paulo informó que se cambió la hora para la cita en tres ocasiones. Lula afirmó que le gustaría tener una conversación con Zelensky, y expresó que no estaba “decepcionado”, estaba “molesto”, pero bueno, “Zelensky es mayor de edad, sabe lo que hace”, indicó Europa Press.
El mandatario brasileño criticó a Biden, quien dijo que envía el mensaje de que “Putin debe rendirse y pagar por todo lo que destruyó”.
“El G-7 reafirmó nuestro compromiso de continuar nuestro firme apoyo a Ucrania en cualquier aspecto”, afirmó el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, al concluir la cumbre. En rueda de prensa, aseguró que “los esfuerzos unilaterales por cambiar el statu quo no serán aceptados por el G-7”.
En el contexto de la cumbre, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que es tiempo de reformar el Consejo de Seguridad, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El portugués declaró que estas instituciones reflejan las relaciones de poder de 1945 y que es indispensable un cambio para ponerlas en sintonía “con la realidad de hoy”.