Saltillo, Coah., Con la elección del próximo 4 de junio se cumplirán 20 años de que la familia Moreira Valdez apareció en las boletas electorales de Coahuila. El debut del “clan”, como lo llaman sus opositores, fue en 2002, cuando Humberto echó mano del magisterio, armó una estructura paralela a la del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y arrasó al competir por la alcaldía de Saltillo.
Ese triunfo cambió paradigmas: la clase política ya no sólo se integraría por miembros de familias descendientes de la Revolución Mexicana o de la clase empresarial, pues un maestro normalista, hijo de profesores, entró a escena y con él también llegaron sus hermanos: Rubén, quien lo sucedió como gobernador, y Álvaro, el más joven, a quien los priístas atribuyen tener el control de buena parte de la estructura territorial en Saltillo y en el actual proceso electoral busca relegirse como diputado local.
A los Moreira les ha ido bien en los comicios: han encabezado la capital de la entidad, dos de ellos han sido mandatarios estatales y han obtenido diputaciones locales y federales.
En 2002, Humberto Moreira (nacido el 28 de julio de 1966) consiguió 67 por ciento de los votos, una ventaja de tres a uno sobre la candidata panista Tomasa Vives Preciado.
El entonces priísta tenía activos en el tricolor, pero también en el magisterio. Amigo de la dirigente Elba Esther Gordillo, estructuró con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) una red de promotores electorales, supervisores y representantes generales integrada por profesores.
La contienda por la alcaldía de Saltillo marcó además el arranque de la campaña de Humberto por la gubernatura, la cual ganó también de manera contundente, y con el apoyo de maestros, frente al panista José Guillermo Anaya Llamas.
En 2005 relevó en la gubernatura a Enrique Martínez y Martínez, empresario, hijo de hombre de negocios y amigo de integrantes de familias coahuilenses descendientes de la Revolución: los Gutiérrez, los González y los Cepeda.
Pleito de hermanos
La elección de gobernador en 2005 no fue la última para Humberto; en 2017 volvió a las boletas como candidato plurinominal a diputado local por el Partido Joven, de registro estatal, que fundó con la ayuda de amigos y ex colaboradores luego de un pleito con su hermano Rubén que lo llevó a desmarcarse del PRI, del que incluso fue expulsado.
Humberto transitó por la gubernatura al mismo tiempo que sus hermanos en la vida política estatal. Rubén, el mayor de la familia (nació el 18 de abril de 1963), debutó como candidato en 2009. El primero de septiembre de ese año inició funciones como diputado federal y permaneció en el cargo hasta el 2 de diciembre de 2010, cuando se retiró con licencia para estar en condiciones de ir por la candidatura del PRI a la gubernatura.
En 2009 participó en la competencia para una diputación federal por el distrito 4, con cabecera en Saltillo, y ganó con 73 por ciento de los votos.
En la elección de gobernador de 2011, en medio del escándalo por el endeudamiento estatal, de más de 35 mil millones de pesos, Rubén apareció en la papeleta como abanderado y triunfó con 60.62 por ciento de los votos, dos a uno sobre Anaya Llamas en su segundo intento por ganar la gubernatura.
En 2018 fue de nuevo diputado federal plurinominal, y actualmente está en su tercer periodo como legislador federal, coordinando el grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados federal.
En el sexenio de su hermano Humberto, Rubén fue subsecretario de Planeación Educativa, de Gobierno, diputado federal, dirigente estatal del tricolor y candidato a gobernador.
“Hubo consenso para que fuera el dirigente porque lo busqué. Mi hermano es gobernador, pero yo hice la tarea. Humberto no fue a sacarme de la casa para llevarme a dirigir el PRI. Somos una familia acostumbrada a la participación política. Mi hermano Carlos es el secretario general de la sección 5 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación”, dijo a La Jornada en junio de 2007, en vísperas de rendir protesta como presidente del Comité Directivo Estatal priísta.
Antes de que sus hermanos fueran mandatarios estatales, la carrera política de Álvaro Moreira (49 años) incluyó cargos administrativos y partidistas, hasta que el PRI lo postuló en 2020 a la diputación local por el distrito 16, con sede en Saltillo, y ganó.
Antes fue subdirector y director de Desarrollo Social en la capital del estado, coordinador de Informática y Estadística y asesor en el Instituto Estatal de Capacitación y Actualización del Magisterio. Ahora busca un segundo periodo como legislador estatal.
Carlos, a quien Rubén se refirió, efectivamente fue secretario general de la sección 5 del SNTE y también de la sección 38. En un enroque inédito, dejó la dirigencia de la sección 5 del SNTE el 17 de diciembre de 2007 y ese día fue elegido secretario general de la sección 38; las gremiales tienen sus sedes en Saltillo.
Era el sexenio de Humberto como gobernador, y los tiempos de Elba Esther Gordillo como presidenta del sindicato magisterial.
A dos décadas de la aparición del clan Moreira, Humberto está retirado de la política y la vida pública. Se sabe poco de él y su vía de comunicación más efectiva es Facebook, adonde recurre para ofrecer algún pronunciamiento.
Rubén es diputado federal, coordinador de la bancada del tricolor y uno de los priístas más influyentes en la dirigencia nacional que encabeza Alejandro Moreno.
Álvaro está en campaña por su relección como diputado local, lo que mantiene vigente en Coahuila el apellido Moreira.