Hasta 50 por ciento de las mujeres sexualmente activas están infectadas con algún tipo de virus del papiloma humano (VPH), cuya incidencia es más común en jóvenes “y alcanza un pico de aproximadamente 20 por ciento entre los 20 y 24 años”, sostuvo Rogelio Aguado, integrante de la mesa directiva del Colegio Mexicano de Ginecólogos dedicados a la Colposcopia.
La infección por VPH es “precursora de cáncer cervicouterino que mata a dos mexicanas cada dos horas”. Se desarrolla lentamente en un proceso que se manifiesta habitualmente transitorio y asintomático; puede persistir y ocasionar lesiones que al evolucionar generan cáncer.
La Organización Panamericana de la Salud refiere que la de VPH es una de las infecciones más comunes del tracto reproductivo; es responsable de una variedad de cánceres y otras afecciones en hombres y mujeres; también destaca la importancia de la vacunación para prevenir las neoplasias cérvico-uterinas.
El Centro Internacional para Investigaciones sobre el Cáncer ha clasificado algunos VPH de alto riesgo. El VPH-16 y VPH-18 son los tipos carcinogénicos más comunes, responsables de casi 70 por ciento de los tumores cervicales, así como de varios casos de cáncer de pene y ano, carcinoma de orofaringe, así como de cánceres de cabeza y cuello.
Los tipos 31, 33, 45, 52, y 58 juntos causan 15 por ciento de los tumores cervicales. El VPH-6 y el VPH-11 son los dos principales tipos de bajo riesgo (no carcinogénicos) y desarrollan verrugas anogenitales. Las mujeres pueden ser infectadas por más de un tipo al mismo tiempo.
La Secretaría de Salud, en el documento “Actualización del esquema de vacunación contra virus del papiloma humano en niñas/adolescentes femeninas y en la población de mujeres cis y trans que viven con VIH”, de noviembre de 2022, expone que “en México, desde 2006, el cáncer cérvico uterino es la segunda causa de muerte por neoplasias en la mujer”.
Los VPH se trasmiten por contacto directo con piel y mucosas genitales o líquidos corporales infectados. El contagio puede ocurrir por relaciones sexuales, incluidas las orales. “Entre 70 y 90 por ciento de las infecciones son asintomáticas, y se resuelven espontáneamente en uno o dos años. Las infecciones persistentes por tipos de alto riesgo sin tratamiento pueden progresar a carcinomas invasores, sobre todo a nivel genital”.
Aguado apuntó que estos virus son un grupo de más de 200 interrelacionados, 14 de los cuales son de alto riesgo y se asocian con el cáncer cervicouterino”. La infección repunta en mujeres de más de 45 años, etapa en la que probablemente se han tenido varias parejas, por lo que se detecta un segundo pico de infecciones y se estima que, a los cuatro años de haber iniciado una vida sexual activa, la mitad de ellas ya adquirieron algún tipo de VPH.