San Nicolás De Los Ranchos, Pue., Santiago Xalitzintla, perteneciente al municipio de San Nicolás de los Ranchos, es el poblado más cercano al cráter del volcán Popocatépetl y sus habitantes saben del riesgo que corren al estar asentados a sólo 12 kilómetros de éste –que actualmente expulsa gas, vapor de agua, ceniza y rocas ígneas– pero aún así han decidido permanecer en esa tierra que tiembla permanentemente, pues en ella nacieron, crecieron y viven de lo que produce el campo.
De acuerdo con los Mapas de Peligros del Popocatépetl del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), tanto Xalitzin-tla como otras 26 comunidades poblanas consideradas las más próximas al cráter, corren varios riesgos, como ser cubiertas hasta por 10 centímetros de espesor de ceniza o alcanzadas por fragmentos de roca de más de 64 milímetros.
Resistencia desde hace muchos años
Don Goyo, como también se le conoce al Popocatépetl, en 1994 emitió una fumarola de ocho kilómetros de altura cuya ceniza llegó a la Ciudad de México e incluso afectó la pista del aeropuerto internacional Benito Juárez.
En marzo de 2019 registró gran actividad eruptiva; las explosiones de los días 27 y 28 generaron una columna de gases y vapores de 2.5 kilómetros de altura, y se detectaron dos sismos volcano-tectónicos de dos grados de magnitud, según registros de la Conapred.
Pese a estas advertencias y a sabiendas del peligro que corren, los alrededor de 2 mil habitantes de dicha comunidad, dedicados a la agricultura en su gran mayoría, se han resistido a abandonar sus casas, varias de ellas hechas de roca ígnea, madera y techos de lámina.
Salomón Galicia Mateos, ex presidente auxiliar de la localidad y quien ha sido mayordomo en cuatro ocasiones (guía de los lugareños cada 12 de marzo cuando suben a dejar ofrendas a Don Goyo), aseguró que durante las erupciones de 2019 el lugar no fue afectado por las fumarolas hasta de 2 mil 500 metros de altura sobre la cima del Popocatépetl.
En aquel entonces explicó: “No nos vamos del pueblo, porque aquí está nuestro patrimonio y la forma de ganarnos la vida; aunque la migración a Estados Unidos también está presente, pero los que más salen son los hombres”.
Suspendieron clases por caída de ceniza
Sin embargo, desde la semana pasada la actividad del volcán se incrementó de manera notable y ha caído ceniza en grandes cantidades diariamente, al grado de que las autoridades estatales decidieron el 18 de mayo suspender clases de manera temporal en la menos 22 municipios poblanos y anunciaron la activación un plan para salvaguardar a las 56 mil personas que habitan en las comunidades ubicadas en la zona de riesgo.
Ante esta situación, el actual presidente de la junta auxiliar de Santiago Xalitzintla, Rodrigo de la Cruz Caro, señaló que todo “está tranquilo” en la demarcación y la gente está conforme con las rutas de evacuación que existen, pero no tienen la inquietud de irse por el momento.
Y es que en esta localidad, los vecinos se han acostumbrado a que durante las erupciones del volcán se escuchen estruendos que cimbran la tierra, y el cielo se llene de luz “color lumbre”, como cuando relampaguea; no es algo que los asuste, cuentan ellos mismos.
¿Por qué la población no quiere salir de Xalitzintla?, se le pregun-tó a uno de los lugareños de nom-bre Felipe, quien justificó: “la tierra es muy fértil. La producción de maíz, frijol, calabaza, haba, nuez, piñón, pera, manzana y tejocote, es muy buena, por eso aquí vienen muchas personas a comprar nuez en la temporada de los chiles en nogada”.
Varios de los habitantes refieren que, de cualquier manera, siempre están al pendiente y en caso de considerarlo necesario tal vezutilizarían los albergues que dis-pone el gobierno del estado en Cholula para casos de emergencia.
Respecto a este tema, el encargado de despacho de Protección Civil Estatal, Catarino Miranda San Román, informó la semana pasada que ya están habilitados 205 refugios distribuidos en los municipios de San Martín Texmelucan, San Andrés, San Pedro Cholula, la ciudad de Puebla e Izúcar de Matamoros, para dar protección a las personas que podrían ser evacuadas por vivir en las faldas del volcán.
La gente en Xalitzintla se dice preparada en caso de tener que irse y recalcan que su principal sistema de alarma es una campana, aunque también cuentan con un equipo de sonido.
Ofrendas a Don Goyo
La mujeres exponen que ellas prefieren ver “vomitando” al Popo vapor y ceniza, pues a manera de broma, lo comparan con un estómago recargado, “es mejor que saque lo que ya no le sirve” y así, afirman, después estará tranquilo.
Todos están tan habituados a su “poderoso vecino”, al que cada 12 de marzo le llevan ofrendas de comida, música, baile y hasta cigarros, para alegrarlo y hacerle saber lo agradecidos que están con él porque le atribuyen poderes como el producir las lluvias necesarias para sus cultivos.
Juana, oriunda del poblado y madre de un joven con discapacidad, fue más precavida y opinó que, en caso de un deslave, sería muy bueno que el gobierno mandara autobuses que estuvieran listos para salir a Cholula.
Sobre este tema, el gobierno estatal dio a conocer que se cuenta con 450 camiones de transporte público disponibles ante un posible desalojo en las 10 rutas de evacuación que existen en la zona de riesgo.
Escenarios ante la acción volcánica
Según los Mapas de peligros del volcán Popocatépetl, elaborados por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, los riesgos, de acuerdo con la fuerza y frecuencia de las emanaciones volcánicas pueden ser variados.
Entre ellos están los flujos balísticos, que se refieren a rocas que se mueven a velocidades que van de 300 hasta 500 kilómetros por hora; éstas, al salir del cráter conservan altas temperaturas, por lo que al caer en tierra pueden incendiar lo que encuentren a su paso.
Otra posibilidad son los flujos piroplásticos, que se definen como mezclas turbulentas de material volcánico y gas, las cuales se mueven por las laderas de un volcán a velocidades de 100 a 400 kilómetros por hora y temperaturas hasta de 700 grados centígrados; sin embargo, este fenómeno se presenta en erupciones cuyas fumarolas alcanzan 10 kilómetros de altura.
Otro riesgos son los lahares y las avalanchas; los primeros son corrientes de lodo y escombro que descienden hasta depositarse e inundar zonas bajas, y los segundos ocurren cuando partes del volcán se rompen, provocando enormes descensos de rocas con volúmenes hasta de 10 kilómetros cúbicos, que viajan a velocidades cercanas a 100 kilómetros por hora.
La expulsión de lava, que es masa de roca fundida con temperaturas entre 800 y mil 200 grados centígrados, es un fenómeno contemplado también por los científicos, pero es un uno de los escenarios menos probables que ocurran.