El comisario en jefe de la Policía Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Gutiérrez Ibáñez ofreció una disculpa a la vendedora de churros que fue víctima de abuso de autoridad por parte de un grupo de uniformados que realizaron un operativo para inhibir el comercio en vía pública en la calle de Francisco I. Madero en el Centro Histórico.
Además, se informó que el comandante a cargo del dispositivo fue removido del cargo, en tanto que los uniformados involucrados siguen bajo investigación para determinar la sanción, luego de que le tiraran la canasta con la mercancía, en lugar de retirarla de la vía pública como lo establece las normas.
Durante el encuentro con Karen, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, vía telefónica, reiteró la disculpa de la corporación y señaló que la policía está al servicio de la ciudadanía.
Por su parte ,Gutiérrez Ibáñez se comprometió a sensibilizar al personal para evitar se repitan abusos, “como servidoras y servidores públicos, es nuestra obligación conducirnos siempre con el mayor de los respetos a todas las personas sin distinción alguna”, expresó el jefe policiaco.
Como reparación del daño se entregó un apoyo económico a la vendedora y sus dos hijas, que la acompañaban la noche del operativo, recibieron un obsequio por parte de la Subsecretaría de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública del Gobierno de la Ciudad de México.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana reiteró que no tolerará ningún tipo de abuso de autoridad ni conductas contrarias a los valores institucionales; “todo abuso será investigado y sancionado”, se informó.
El pasado miércoles durante un operativo en la calle de Francisco I. Madero, Karen, en compañía de sus dos hijas, vendía churros, cuando se encontró de frente al grupo de policías auxiliares que buscaban inhibir el comercio ambulante.
Entre varios uniformados, empujaron la canasta que llevaba y pese a que trató de evitar perder su mercancía y opuso resistencia, los policías no pararon hasta ver los churros esparcidos en el piso.
La difusión de los hechos a través de las redes sociales, logró que se iniciara una investigación, el ofrecimiento de una disculpa y la reparación por la pérdida de su mercancía, ante el abuso del que fue víctima.