Washington. Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) violaron de manera reiterada sus propias normas al utilizar un archivo de inteligencia extranjera en busca de información relacionada con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y con las protestas por la injusticia racial de 2020, según una orden judicial difundida el viernes. Largos pasajes del documento estaban ennegrecidos por la censura reglamentaria.
Funcionarios de la FBI sostuvieron que las miles de transgresiones, que incluyen allanamientos indebidos a propiedades de los donantes a una campaña electoral legislativa, son anteriores a una serie de medidas correctivas iniciadas a mediados de 2021 y continuadas el año pasado.
Los problemas podrían dificultar los esfuerzos de la FBI y el Departamento de Justicia a fin de recibir la autorización del Congreso para un programa de vigilancia que prescinde de órdenes judiciales en operativos de combate al “terrorismo”, espionaje y el cibercrimen internacional.
Las irregularidades están detalladas en una orden judicial secreta emitida el año pasado por el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, el cual tiene el poder legal de supervisar a los organismos de espionaje del gobierno estadunidense.
La Oficina del director de Seguridad Nacional de Estados Unidos difundió ayer una versión con amplios párrafos subrayados con negro para proteger datos sensibles.
“Las revelaciones ponen en relieve la necesidad de que el Congreso frene los escandalosos abusos de esta ley, incluidos los cateos sin orden judicial”, indicó Patrick Toomey, subdirector del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión Americana de Libertades Civiles.
Programa en riesgo
Lo que está en discusión es el uso indebido de información clasificada obtenida bajo la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, que permite al gobierno grabar las comunicaciones de ciertos ciudadanos fuera de Estados Unidos. Ese programa caduca a fin de año, aunque tiene posibilidad de ser renovado.