Xi’an. El presidente de China, Xi Jinping, presentó ayer un gran plan para el desarrollo de Asia Central, desde la construcción de infraestructura hasta el impulso del comercio, al asumir un nuevo papel de liderazgo en una región que había estado en la esfera de influencia rusa.
China está dispuesta a coordinar estrategias de desarrollo con Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, y a promover la modernización de esos países, indicó Xi en un discurso en la cumbre China-Asia Central, celebrada en la ciudad de Xi’an, en el noroeste del gigante asiático.
“Esta cumbre ha dado un nuevo impulso al desarrollo y la revitalización de las relaciones entre los seis países, y ha inyectado una fuerte energía positiva a la paz y la estabilidad regionales”, declaró Xi en una rueda de prensa con sus pares.
“Fomentaremos de manera conjunta un nuevo paradigma de cooperación de alto nivel, profundamente complementaria y beneficiosa para todos”, agregó.
Con su compromiso, el gigante asiático se ha puesto a la vanguardia de la carrera por la influencia política y los activos energéticos en la región rica en recursos, con Rusia concentrada en su guerra en Ucrania y la retirada de las fuerzas estadunidenses de Afganistán disminuyendo la presencia de Estados Unidos en la zona.
Las cinco antiguas repúblicas soviéticas, con una red de corredores comerciales, ofrecen a China rutas alternativas para combustible, alimentos y otros productos básicos en caso de trastornos en otros lugares.
Las promesas de apoyo y cooperación en la cumbre de dos días contrastarán con la imagen “negativa” de China invocada en la cumbre de líderes del Grupo de los Siete que se celebra desde ayer en Japón.
Xi afirmó que China y los países centroasiáticos deben profundizar en la confianza y ofrecer un “apoyo claro y firme” a intereses fundamentales, como la soberanía, la independencia, la dignidad nacional y el desarrollo a largo plazo.
No mencionó a Ucrania, que al igual que las naciones centroasiáticas, formó parte de la Unión Soviética. “China está dispuesta a ayudar a Asia Central a mejorar la aplicación de la ley, la seguridad y la construcción de capacidades de defensa”, declaró.
En una afrenta a los líderes occidentales, Xi pidió al bloque que “se oponga de forma decidida a la intervención extranjera” y a los “intentos de instigar ‘revoluciones de color’”, en referencia a los movimientos que derrocaron a gobernantes en países como Ucrania y Georgia.
La otrora esfera de influencia rusa
China realiza incursiones económicas en Asia Central, con la Iniciativa de la Franja y la Nueva Ruta de la Seda, entre otras, para construir vías de tren y otra infraestructura ligada al comercio. Esto ha erosionado la influencia de Rusia sobre las antiguas repúblicas soviéticas, que ven en la segunda mayor economía del mundo un mercado importante y una fuente de inversiones.
La cumbre, de dos días y que se celebra en la región occidental de Xi’an, coincide con la que mantienen el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los demás líderes del Grupo de los Siete en Japón. La cita es un reflejo de los esfuerzos de Pekín para desarrollar redes comerciales y de seguridad en abierta confrontación a la posición “dominante de Washington”.
China acusó al gobierno estadunidense de ejercer su “diplomacia coercitiva” en la cumbre del Grupo de los 7 (G-7), en Hiroshima, ya que abordó temas como las tensiones con China y la invasión rusa en Ucrania.
“Washington acostumbra acusar a otros de utilizar el estatus de gran potencia, las políticas coercitivas y la imposición económica para obligar a naciones a obedecer, aunque, en realidad, es el instigador”, reza un comunicado del Ministerio de Exteriores chino.
La Casa Blanca tiene una “muy vergonzosa ‘historia oscura’ en diplomacia coercitiva. Los derechos de invención, patente y propiedad intelectual siempre pertenecen a Estados Unidos”, reprochó.
Para China, la coacción es un “instrumento estándar” en la caja de herramientas de la política exterior estadunidense. “Muchos gobiernos la han sufrido, siendo los países en desarrollo los que se han llevado la peor parte, e incluso sus ‘aliados y socios’ en diferentes ámbitos no se han librado”.