La Suprema Corte de Estados Unidos desestimó ayer un recurso con el que los republicanos buscaban reactivar el Título 42, que permitía a las autoridades expulsar rápidamente a cientos de miles de migrantes agolpados en la frontera con México.
Dicha norma fue implementada por el ex presidente Donald Trump en marzo de 2020, a principios de la pandemia de covid-19, como una medida vinculada a una emergencia de salud pública. El gobierno de Joe Biden permitió que la norma expirara la semana pasada, al tiempo que entraron en vigencia nuevas restricciones de asilo.
El recurso vinculado al caso buscaba dirimir si un grupo de fiscales estatales, todos republicanos, podía intervenir para defender el Título 42 después de que el juez de distrito Emmet Sullivan dictaminó en noviembre que era ilegal, al resolver una demanda de familias migrantes que pidieron asilo.
En diciembre, la Suprema Corte decidió por cinco votos en favor y cuatro en contra mantener la política del Título 42, lo que había dejado en suspenso la decisión de Sullivan.
El alto tribunal eliminó el recurso de su calendario de procedimientos, después de que el Departamento de Justicia dijo en febrero que el caso quedaría bajo cuestionamiento, porque dicha norma expiraría, a la luz del anuncio del gobierno de que las disposiciones por la emergencia de salud rerivadas del covid-19 finalizarían el 11 de mayo.
Los jueces desestimaron ayer el fallo de un tribunal de menor rango que rechazó el llamado de los estados a intervenir y concluyeron que la solicitud ahora es cuestionable.
En una declaración en la que respalda la resolución, el juez conservador Neil Gorsuch, quien había disentido de la decisión de diciembre de mantener el Título 42, reiteró su argumento de que “la actual crisis fronteriza no es una crisis de covid”.
En tanto, una niña panameña que nació con problemas cardiacos falleció el miércoles mientras se encontraba detenida por la Patrulla Fronteriza, el segundo deceso de un niño latino bajo custodia del gobierno estadunidense en dos semanas.
Por otro lado, el alcalde de Chicago intenta resolver cómo albergar a cientos de inmigrantes que llegan en autobuses desde la frontera entre Estados Unidos y México.