El Sevilla derrotó 2-1 (3-2 global) a la Juventus y avanzó a su séptima final de la Liga de Europa. El estadio Ramón Sánchez Pizjuán volvió a presenciar una histórica no-che de jueves, esas que al conjunto de los palanganas se le da mejor que a otro club en Europa, pues-to que el máximo ganador del certamen se medirá a la Roma con un envidiable récord de seis victorias en seis finales disputadas en este torneo, considerado co-mo el segundo con mayor prestigio en el continente.
El serbio Dusan Vlahovic abrió el marcador al 65 para la Vecchia Signora del calcio, tras una disputa aérea de balón que ganó su compañero Adrien Rabiot para asistir al delantero balcánico, quien con una sutil picada del esférico venció al guardameta marroquí Yassine Bouno. Sólo pasaron seis minutos para que los andaluces reaccionaran y tras una seriede rebotes, el español Suso tomó el control y con una finta se deshizo de la tibia marca de Leandro Pa-redes para finalizar la jugada con un zurdazo colocado a la base del palo derecho que venció al arquero Tomasz Szczesny. En la prórroga, Erik Lamela remató de cabeza y decretó el triunfo del Sevilla.
El otro finalista, la Roma de José Mourinho avanzó al último juego del certamen, tras empatar a ceros en el estadio Bay Arena, casa del Leverkusen, con un marcador global de 1-0 en favor de la Loba. La ofensiva que comandan Moussa Diaby, Sardar Azmoun y Florian Wirtz, quinta mejor de la Bundesliga, no fue capaz de vulnerar a una defensiva del calcio, fortalecida por la sapiencia de Mourinho. Por lo que el equipo de las aspirinas entregó su pase a la final del torneo que solamente conquistaron en 1988.
Al estilo del técnico portugués, la Roma fue precavida en el transcurso del encuentro, ya que el dos veces campeón de la Liga de Europa, una con el Oporto y otra con el Manchester United, no iba a cambiar el estilo que le ha brindado tantas glorias en el pasado y salió a defender a toda costa el 1-0 conseguido en el estadio Olímpico de Roma. Paulo Dybala y Stephan El-Shaarawy, dos de sus principales armas en el ataque, vieron el juego desde el banquillo. Una batalla de gladiadores se disputó en los tres últimos cuartos del terreno de juego, el objetivo era simple, defender a toda costa el arco de Rui Patricio.
La final será el 31 de mayo en el Puskas Arenas de Budapest, donde el Sevilla buscará incrementar su jerarquía en el torneo al conseguir su séptimo título. Para ese entonces, el mexicano Jesús Manuel Tecatito Corona podría ser considerado para estar presente en el enfrentamiento, ya que volvió a jugar con el conjunto sevillense después de una fuerte lesión.