Washington y Nueva York. Un grupo bipartidista de senadores y diputados moderados presentó un proyecto de ley esta semana que, según ellos, cambia el enfoque de confrontación y acciones bélicas unilaterales en el debate sobre cómo enfrentar el tráfico ilícito de fentanilo a uno que gira en torno de la cooperación militar entre México y Estados Unidos.
Al mismo tiempo, gobernadores republicanos expresaron apoyo al espectáculo político de su colega en Texas de desplegar fuerzas estatales para “asegurar” la frontera y frenar el ingreso de inmigrantes y drogas, ante el “fracaso” del gobierno demócrata de Joe Biden.
En Washington, al presentar otra iniciativa de ley más dedicada al fentanilo, la senadora republicana Jodi Ernst, copatrocinadora junto con su colega demócrata Tim Kaine, declaró que “este trabajo bilateral abarcará a México como socio activo para enfrentar el tráfico de fentanilo y poner las herramientas del Pentágono en uso para salvar vidas estadunidenses”.
El proyecto se introdujo apenas esta semana y aún no se programa una audiencia, pero una versión idéntica fue presentada en la cámara baja por el demócrata Salud Carbajal y la republicana Stephanie Bice para que procedan ambas de manera paralela. El documento designa el tráfico de fentanilo amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos proveniente de los cárteles mexicanos e instruye al Pentágono a desarrollar una estrategia para confrontarlo en “cooperación” con las fuerzas armadas de México, entre otras medidas.
La iniciativa bipartidista y bicameral busca ser una alternativa a otras propuestas legislativas que tratan de autorizar el uso unilateral de fuerza militar para atacar los cárteles de droga en territorio mexicano. “Esto es una rampa de salida por la tontería de la autorización de uso de fuerza militar”, comentó un asesor legislativo republicano al boletín National Security Daily Politico.
Ernst comentó al mismo boletín que la cooperación militar entre Estados Unidos y México “no es tan fuerte como debería ser, y necesitamos enfocarnos más en nuestra asociación con sus autoridades”.
Por su parte, Kaine advirtió que “si queremos evitar tragedias futuras, Estados Unidos debe trabajar con México para enfrentar el tráfico de fentanilo por nuestra frontera sur”. Si se aprueba la legislación, agregó, se brindarán más fondos para invertir en inteligencia, vigilancia y capacidades de monitoreo para los comandos Sur y Norte.
Por su lado, el diputado Carbajal declaró estar “orgulloso de juntarme con mis colegas (del otro partido) para introducir un proyecto de ley que afirma el papel del Departamento de Defensa en nuestra lucha contra el fentanilo, incrementa la atención federal a su tráfico y promueve mayor cooperación con México para actuar contra los cárteles y otras redes que están empujando esa droga en nuestras comunidades”.
La iniciativa primero deberá ser avalada por comités en ambas cámaras antes de proceder al pleno para su aprobación, todo lo cual aún no está programado.
Frontera y los republicanos
La línea limítrofe con México sigue siendo oro político para los republicanos. Esta semana, 24 gobernadores de ese partido declararon su apoyo al gobernador de Texas, Greg Abbott, para “asegurar la frontera”. En una carta conjunta, afirmaron que “mientras el gobierno federal ha abdicado de sus deberes, los mandatarios republicanos están listos para proteger la frontera Estados Unidos-México y mantener a las familias seguras”.
Utilizando el tema y efectos del fentanilo para justificar su maniobra política, los 24 gobernadores subrayan que “todos los estados han sufrido los efectos de drogas legales e ilegales que cruzan la frontera, y todo estado es un estado fronterizo, dado el influjo devastador de los enervantes en nuestras comunidades”. Y continuando con la falacia de que los inmigrantes transportan drogas, afirman que apoyan los esfuerzos de su colega texano, incluyendo el despliegue de una fuerza “tácita” a la línea limítrofe para evitar “cruces ilegales y mantener segura la frontera”. [https://www.rga.org/republican-governors-support-governor-abbotts-border-efforts/].
Abbott ya ha desplegado unos 10 mil efectivos de la Guardia Nacional texana en la frontera. El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, fue uno de los primeros en responder a la solicitud de su par, declarando que enviaría más de mil efectivos y aeronaves entre otros recursos para “defender la frontera sureña”. El mandatario de Idaho, el republicano Brad Little, también prometió el envío de un número no especificado de policía estatal.
En sus declaraciones, no ocultaron que el objetivo real de sus maniobras es un ataque político-electoral contra Biden y los demócratas, a quienes culparon de la “crisis” por sus políticas de “fronteras abiertas”, y culpar a México de la crisis de salud pública por el abuso de drogas en sus comunidades.