San Salvador. Más de 5 mil soldados apoyados por unos 500 policías cerraron ayer un municipio del norte de El Salvador para perseguir a un grupo de pandilleros a los que las autoridades responsabilizan del asesinato de un agente de la policía nacional.
En su cuenta oficial de Twitter el presidente Nayib Bukele informó el desplazamiento de los uniformados al municipio de Nueva Concepción, “en búsqueda de los responsables del homicidio y toda la estructura de pandilleros y colaboradores que aún se esconden en ese lugar”.
En esa ciudad de unos 30 mil habitantes, ubicada poco más de 80 kilómetros al norte de San Salvador, presuntos pandilleros mataron al policía en la víspera, lo que llevó a Bukele a prometer que va a “arrasar” con las pandillas.
Bukele dijo que las muertes violentas como la del agente de la policía nacional son la muestra de la necesidad de continuar con el régimen de excepción vigente desde marzo de 2022 para perseguir a las maras o pandillas, a las que las autoridades acusan de la mayoría de los crímenes que se comenten en el país centroamericano.
Unidades de la policía respaldadas por soldados tomaron control de la carretera de acceso a Nueva Concepción, donde registraban a las personas que entraban o salían del lugar para identificar y neutralizar a los pandilleros.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado reiteradas violaciones y abusos de las fuerzas de seguridad y en los centros penales en el contexto del estado de excepción, que suspende varios derechos constitucionales como el de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y motivos de su detención, así como contar con la asistencia de un abogado.
Según cifras oficiales, más de 68 mil 500 presuntos pandilleros o colaboradores han sido capturados desde marzo del año pasado, de los cuales más de 90 por ciento tiene detención provisional decretada por un juez, la mayoría por el delito de agrupación ilícita.