La privación de la libertad de la delegada de la comunidad de Agua Amarga, municipio de Coatepec Harinas, al sur de la capital mexiquense, detonó que gente de la localidad se sublevara en contra de la autoridad municipal.
Desde anoche, los pobladores encerraron a un grupo de servidores públicos en el edificio del ayuntamiento y prendieron fuego a un auto oficial, pero esta mañana, un contingente de alrededor de 40 personas armadas y encapuchadas irrumpieron en el Palacio y detonaron armas sin que se reportaran lesionados.
Los accesos a la cabecera municipal fueron cerrados por taxistas, quienes a decir de la autoridad local, trabajaban como halcones de los grupos de la delincuencia organizada.
Desde las 9:00 horas, se esparció el rumor de que en el centro de Coatepec habría un enfrentamiento por lo que los comercios cerraron y las escuelas mandaron a los niños de vuelta a sus casas.
Mientras todo esto ocurría, la policía municipal, que no supera los 30 elementos, 15 por turno, solo se limitaba a observar, pues no cuentan con herramientas para hacer frente a grupos armados.
Coatepec Harinas está ubicado a 70 kilómetros al sur del Toluca, y a unos 30 de Ixtapan de la Sal. Desde hace más de una década, grupos de la delincuencia organizada operan libremente en toda la región que colinda con Guerrero que abarca desde Coatepec, pasando por Almoloya de Alquisiras, Zacualpan y Sultepec, Amatepec y Tlatlaya.
Las autoridades han reconocido que ahí operan células de la Familia Michoacana que comandan los hermanos Jonnhy y José Alfredo Hurtado Olascoaga, conocidos como El Pez y El Fresa, que se mueven indistintamente en la región e Tierra Caliente, en el estado de México y Guerrero.
A mediodía se reportó que una decena de servidores públicos que estaban encerrados en Palacio Municipal, fueron llevados a la fuerza a la comunidad de Agua Amarga y se supo que los liberarían en cuanto aparezca la delegada que fue levantada ayer por la tarde noche.
Minutos después, a Coatepec Harinas arribó un contingente de unos 40 elementos del Ejército y otro tanto de la Guardia Nacional quienes tomaron el control del Palacio Municipal, que literalmente quedó sin puertas, pues dos horas antes el grupo de encapuchados armados las echaron abajo.