Washington y Nueva York. El influyente Comité de Asuntos Exteriores de la cámara baja aprobó un proyecto de ley que designa el fentanilo como arma química y dirige asistencia exterior para apoyar los esfuerzos del gobierno mexicano contra esa droga.
Antes, legisladores republicanos incorporaron una enmienda que específicamente condena la declaración del Ejecutivo mexicano de que la crisis de fentanilo en Estados Unidos es causada por “falta de abrazos”.
El presidente republicano del comité, el texano Michael McCaul, empezó la audiencia con lo que parecía un enfoque cauteloso sobre las organizaciones de narcotráfico y el gobierno chino. “Es hora de clasificar los fentanilos ilícitos por lo que son: armas químicas, ante las cuales la China comunista se hace ciega y los cárteles de drogas usan para perpetuar el asesinato masivo de estadunidenses”, declaró.
A la vez, agradeció al demócrata Gregory Meeks, su colega en el Comité; al Departamento de Estado y al gobierno mexicano por su apoyo en los últimos días en desarrollar este proyecto de ley.
La iniciativa Irrumpe la cadena de oferta internacional de fentanilo fue aprobada por el comité, y un vocero indicó que se espera un voto ante el pleno de la cámara baja en las próximas semanas. McCaul agregó que tiene la intención de viajar a México a finales de este mes para visitar los puertos de Manzanillo y Lazaro Cárdenas, donde podrían estar ingresando de manera ilícita los químicos precursores que llegan desde China.
Más allá de instruir que el Departamento de Estado trabaje para que el fentanilo sea agregado a la convención internacional sobre armas químicas, McCaul declaró que también brindará “asistencia al gobierno mexicano para interrumpir la cadena de oferta, al autorizar ciertos programas de aplicación de ley, requerir una evaluación de su efectividad” y emitir sanciones contra bancos, organizaciones e individuos que lo trafican.
Pero no todos los colegas republicanos de McCaul estaban de acuerdo con este enfoque. El diputado Scott Perry, de Pensilvania, ofreció una serie de enmiendas enfocadas sobre lo que él calificó como “la complicidad” del gobierno mexicano en permitir que el fentanilo ingrese a Estados Unidos. Varias de estas enmiendas fueron derrotadas, incluyendo una que buscaba recortar el financiamiento estadunidense a los esfuerzos antinarcóticos de México y otra que hubiera requerido el cierre de todos los consulados mexicanos en Estados Unidos si cualquier funcionario del país era sancionado por trasiego de esa sustancia.
A pesar de no contar con el apoyo de la mayoría en el comité, Perry insistió: “sabemos que el Presidente mexicano no reconoce el tema de los cárteles. Tal vez sea porque está de alguna manera comprometido, o tal vez es porque teme por su vida”. Aunque casi todas sus enmiendas fueron derrotadas, logró que se aprobara una que señala que “es el sentir del Congreso que la declaración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el 17 de marzo de 2023, de que la crisis de fentanilo de Estados Unidos de América es causada por ‘una falta de abrazos’ debe ser condenada”.
Al apoyar esa enmienda, McCaul declaró: “no creo que podamos tolerar que funcionarios mexicanos le echen la culpa a Estados Unidos por la crisis de fentanilo, y es irresponsable afirmarlo”. Ningún integrante del comité, tanto republicanos como demócratas, alzaron la voz en oposición.
Otra enmienda que también fue aprobada expone que “el fracaso de México en detener el ingreso del fentanilo desde China ha llevado a una emergencia pública en Estados Unidos”. Pero el diputado de más alto rango de la minoría demócrata en el comité, Gregory Meeks, de Nueva York, advirtió a sus colegas que “enajenar (sic) a México cuando necesitamos su cooperación es inútil”.
El proyecto de ley final fue aprobado con apoyo bipartidista, pero una voz clara de oposición fue la del demócrata Joaquín Castro, de Texas, quien declaró: “no quiero votar en favor sobre un proyecto de ley que está a la vez poniendo algo en la categoría de armas de guerra, porque ha habido mucha retórica reciente de colegas republicanos literalmente hablando de invadir a México por los cárteles”.
A la vez, el comité aprobó una enmienda presentada por Castro que busca incrementar la colaboración entre ambos países en apoyo de programas y educación para abordar el uso de drogas por jóvenes. Al mismo tiempo que se enfrenta el narcotráfico, “el Congreso necesita hacer su parte para educar a los estadunidenses sobre los peligros del fentanilo y evitar que los ciudadanos se involucren en el comercio transfronterizo de drogas”, advirtió.
Mientras la cámara baja debatía este proyecto de ley, el secretario Antony Blinken se presentó ante el poderoso Comité de Apropiaciones del Senado para abordar temas de seguridad y las relaciones con China, donde en un momento fue obligado a ofrecer una evaluación de la cooperación de México en torno a la lucha contra el fentanilo.
“El presidente Biden ha dedicado muchas horas con el presidente López Obrador a este tema”, informó. “Y yo diría que hemos visto tanto un vaso medio lleno como un vaso medio vacío. El medio lleno: vimos números récord de confiscaciones de fentanilo por las autoridades mexicanas el año pasado, y mucha más gente dedicada a su interdicción, a desbaratar los laboratorios, etcétera. Ahora tenemos un acuerdo de cooperación con ellos que no sólo trata de aplicación de la ley, sino que va a sus agencias de regulación”.
Pero el “vaso medio vacío” en torno a la cooperación es el que más interesaba a algunos senadores, y Blinken reconoció que “claramente necesitamos que haya más esfuerzo y que se dediquen más recursos”.