Miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se movilizaron ayer en la Ciudad de México y en diversos estados en ocasión del Día del Maestro, para exigir al gobierno federal que lleve a cabo las promesas hechas al magisterio, pues “siguen incumplidas” en el quinto año de la administración.
Dirigentes magisteriales de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, Baja California, Quintana Roo y Ciudad de México afirmaron que el incremento de 8.2 por ciento al salario, anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es “insuficiente”, pues destacaron que se queda corto frente al impacto de la inflación, principalmente en el costo de los alimentos.
Aseguraron que el compromiso del mandatario para que todo trabajador de la educación tenga un salario de al menos 16 mil pesos mensuales “es una vieja promesa, que no dejará de serlo hasta que se concrete en nuestros talones de pago”.
En entrevista con La Jornada, Héctor Torres Solano, secretario general de la sección sindical 14, de Guerrero, indicó que hace un año hubo un anuncio similar, que no se reflejó en los cheques de pago.
“Mi cobro me sigue llegando de 5 mil 400 pesos quincenales, como maestro indígena frente a grupo. Han sido muchas las promesas incumplidas y creemos que hay motivos para desconfiar y hasta no verlo en las órdenes de pago no vamos a confiar”, añadió.
En la capital del país, miles de integrantes de la CNTE, principalmente de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas, se concentraron alrededor de la Escuela Normal Superior, en avenida San Cosme, de donde partieron a las 11 de la mañana hacia el Zócalo. Al mismo tiempo se realizaban marchas similares en los estados.
En la Ciudad de México la columna bloqueó cerca de dos horas el cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes, para demandar la reinstalación inmediata de la mesa de diálogo con López Obrador, suspendida desde diciembre de 2020.
Comida en Palacio; mitin enfrente
Mientras el Presidente ofrecía en Palacio Nacional una comida a cerca de 300 docentes y a la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la CNTE realizó un mitin frente a la sede del Ejecutivo.
Uno de los puntos de la concentración fue la protesta por el intento del gobierno federal de trasladar la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), lo que los inconformes consideraron un “insulto a los pueblos originarios, porque no somos ciudadanos de tercera”.
Jenny Aracely Pérez, secretaria general de la sección sindical 22, de Oaxaca, anunció un paro de 24 horas y la instalación de un plantón en la Plaza de la Constitución para reclamar que esa dirección especializada permanezca en la Secretaría de Educación Pública.
Por el contrario, pidieron la creación de una secretaría o subsecretaría de educación para los pueblos originarios. “No se puede decir en el discurso que se respeta la dignidad de nuestros pueblos, cuando se pretende acabar con su educación.
“Desde aquí le decimos al presidente López Obrador que ya sabemos con quién está reunido, con quién está comiendo, pero el magisterio digno y rebelde es el que está aquí afuera. No vamos a dejar de luchar por una educación pública y gratuita para todos”, agregó la lideresa.
Por su parte, Pedro Hernández Morales, secretario general de la sección 9, de la Ciudad de México, sostuvo que este 15 de mayo “no hay nada que festejar. La percepción salarial de los maestros aún es insuficiente, miles de nuestro compañeros siguen sin seguridad en el empleo; es decir, sin plaza de base, y aún no logramos abrogar totalmente la mal llamada reforma educativa, pues con la Ley Usicam (Ley General del Sistema para la Carrera de la Maestras y los Maestros) se perpetuó el estado de excepción laboral”.