Ciudad de México. En el Día del Maestro, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un incremento de 8.2 por ciento directo al salario de los educadores, retroactivo al primero de enero, y garantizó que ningún maestro ni trabajador de la educación ganará menos de 16 mil pesos mensuales.
En conferencia matutina realizada en Palacio Nacional, indicó que esta medida implicará destinar 42 mil millones de pesos adicionales al presupuesto; es decir, “al fortalecimiento de la educación pública en nuestro país. No es un gasto, es una inversión”.
El mandatario federal señaló que ante el crecimiento de la economía del país y la mejora en los salarios, pues el promedio de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) percibe 16 mil pesos al mes, “cómo va a ser posible que los maestros ganen menos”.
Tras destacar los avances en el sector, en el que dijo se destinan cerca de 100 mil millones de pesos para becas de 12.2 millones de alumnos de familias pobres, y se han canalizado 66 mil 334 millones para infraestructura y equipamiento de 113 mil 243 escuelas, agregó que personalmente atiende el caso del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Issste), a fin de que antes de que concluya su gobierno se ofrezcan servicios médicos de primera a los educadores.
Agregó que también “vamos a seguir analizando la posibilidad de aumentar, antes de que termine mi mandato, el monto de las pensiones para corregir el retroceso que se impuso durante el periodo neoliberal al magisterio y a todos los trabajadores de México”.
Recordó que los sistemas de pensiones antes de la reforma a la Constitución permitían que el maestro jubilado recibiera su sueldo completo, pero a partir de las modificaciones aprobadas en sexenios pasados, el docente que termina su labor sólo recibe 40 por ciento de su salario. “Fue un agravio mayor”, que, sostuvo, no se debe olvidar.
En la ceremonia para conmemorar el Día del Maestro, López Obrador, quien estuvo acompañado de la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, y del secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas, reiteró su reconocimiento a los profesores, quienes, dijo, no le han fallado a México “aun en las condiciones más difíciles”.
Subrayó que a la fecha se han asignado más de 800 mil plazas de base “y vamos a continuar basificando a los maestros y a los trabajadores de la educación”.
Por su parte, Leticia Ramírez resaltó que este día “se reconoce y valora el trabajo cotidiano de los docentes, porque con sus aportaciones y entrega enaltecen la educación pública, ya que su labor es esencialmente transformadora”.
Marcha de la CNTE en la Ciudad de México. Foto Luis Castillo
Luego de que el presidente López Obrador celebró que 40 de las 57 secciones del gremio magisterial (70 por ciento del total de representaciones seccionales) se renovaron con elecciones en las que los maestros “ejercieron su voto libre y secreto, sin conflicto postelectoral”, Cepeda Salas agradeció al mandatario federal por el reconocimiento que ha hecho al magisterio, que en los últimos cinco años “ha sido valorado y respetado, además de contar con certeza laboral y la recuperación salarial”.
Aseguró que los miles de docentes agremiados al SNTE “lo apoyarán para que se haga realidad la Cuarta Transformación que tanto anhelamos”.
Apostolado
Por la tarde, durante la comida con educadores, el presidente López Obrador reconoció que su labor es un “apostolado”, según asistentes al encuentro. Reiteró que mantendrá su defensa de la educación pública y de las mejores condiciones de vida para los trabajadores del sector.
En cuanto a la mejora de las pensiones, señalaron profesores asistentes, indicó que “pronto va a haber noticias”, por lo que no descartó que en el próximo proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación pueda incluirse el tema.
El mandatario se reunió con 300 docentes, quienes fueron reconocidos con la medalla Ignacio Manuel Altamirano por 40 años o más de servicio y por su destacada trayectoria.
En un acto a puerta cerrada realizado en Palacio Nacional, que no fue transmitido por vía remota a medios de comunicación, López Obrador entregó esta distinción a un grupo representativo de todas las entidades del país.
Sin embargo, algunos profesores se inconformaron por no haber saludado directamente al Presidente y porque a su ingreso se les solicitó entregar o apagar sus teléfonos celulares.
Otros de los convocados afirmaron que “fue un encuentro cordial, estuvo contento el Presidente, e insistió en que va a seguir apoyando la educación pública y a los docentes, pues recordó lo importante que fueron para él sus maestros”.