Matamoros, Tamps. Paramédicos de la Cruz Roja trasladan a migrantes del campamento que instalaron en esta localidad a orillas del río Bravo a refugios, pese a que éstos ya están saturados.
De acuerdo con los socorristas, esta es una acción necesaria para extranjeros que solicitan asilo humanitario al gobierno de Estados Unidos, y deben comprobar que estuvieron en un albergue de Matamoros.
Francisco Ponce Lara, jefe de paramédicos de la institución, explicó que desde el 11 de mayo anterior, con el vencimiento del Título 42 –que permitía expulsar de Estados Unidos a indocumentados, con el argumento de enfrentar a la pandemia de coronavirus—, se ha remitido a cientos de familias a refugios autorizados, desde donde salen cuando les toca ser llamados para una entrevista con autoridades migratorias estadunidenses en Brownsville, Texas.
En esa tensa espera se encuentra Isabel Elena Jiménez Maldonado, madre soltera de 34 años originaria de Venezuela, quien llegó a Matamoros acompañada por sus seis hijos; el más pequeño, Yosua Antonio Herrera Jimenez, padece microcefalia y parálisis cerebral.
La familia pidió ayuda de la Cruz Roja para trasladarse a un refugio y se le llevó a bordo de una ambulancia a la Casa del Migrante de la colonia Ampliación Solidaridad, que tiene baja capacidad pero se les permitió quedarse por la condición de Yosua.