No es gratuito el más reciente comentario público del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández: “durante décadas, Alonso Ancira (oficialmente, ex presidente de Altos Hornos de México, AHMSA) contó con la complacencia, la complicidad de los gobiernos estatales (y del federal, hay que agregar), por lo que a ese mafioso disfrazado de empresario advirtió: “que no se ande con artimañas”. Se trata, como lo califica la revista Forbes, de una persona “poco ética”.
El titular de Bucareli recuerda una de las artimañas más recientes de Ancira (el mismo del fraude con Agronitrogenados), quien por cortesía de Carlos Salinas de Gortari se quedó con una los consorcios acereros más importantes del país, hasta 1991 propiedad del Estado. Pagó una bagatela, junto con su socio Xavier Autrey: 145 millones de dólares (apenas 20 por ciento de su valor real) por un paquete que incluía AHMSA y no menos de 11 empresas paraestatales más. Después de 32 años de ese atraco a la nación, oficialmente Alonso Ancira ha dejado de ser presidente de AHMSA y, junto con sus familiares en ese consorcio, vendió todas sus acciones, en el supuesto de que tal decisión lo deja totalmente fuera del consorcio, tanto en su calidad de cabeza mayor como de principal accionista.
El 23 de abril anterior, la asamblea de accionistas de AHMSA “ratificó y aprobó las renuncias de Alonso Ancira (hasta ese momento presidente del consejo de administración), Jorge Ancira y José Eduardo Ancira”. Oficialmente, pues, le pusieron una patada en el trasero. Sin embargo, no tocaron a Xavier Autrey (también beneficiado con la privatización de Multibanco Comermex, que exprimió y quebró), otro poderoso accionista de la acerera y socio del propio Ancira en no pocos enjuagues. Por si fuera poco, ratificaron a Luis Enrique Zamudio Miechielsen como director general del corporativo, es decir, el mismo que designó el propio Alonso.
En esa reunión se resolvió, “revocar de forma definitiva y absoluta a Alonso Ancira Elizondo, Jorge Alberto Ancira Elizondo, José Eduardo Ancira Elizondo y James Stuart Pignatelli todos y cada uno de los poderes, facultades y autorizaciones, generales y especiales otorgados a su favor con anterioridad a esta asamblea de accionistas, ya sea por asamblea de accionistas, sesiones del consejo de administración, delegación de facultades ante notario público o por cualquier otro medio legal válido”.
Así, oficialmente, el mafioso Alonso Ancira quedó fuera de la jugada y AHMSA se pone a la venta. Sin embargo, conociendo los enjuagues de este personaje, la autoridad no le quita el ojo de encima para evitar un chanchullo más en su larguísimo historial. Dijo el secretario de Gobernación: “el gobierno federal confía en que no se simule la venta, pues tiene conocimiento de que están en ese proceso, sino que esperan que se permita a los accionistas o los inversionistas comprometidos reactivar la empresa, cuidar a la base trabajadora, que no se pierdan los empleos; que no anden con artimañas. Están obligados a respetar las garantías legales de los asalariados y a tratar de que se reactiven la fuentes de trabajo lo antes posible”.
Con la complicidad de los gobiernos neoliberales, con el de Salinas de Gortari a la cabeza, el empresario “poco ético” hizo chanchullo y medio, defraudó al fisco (de hecho, huyó a Israel para no ser detenido, como tiempo después lo hizo Tomás Zerón), quebró AHMSA, concretó la venta fraudulenta de Agronitrogenados, en complicidad con Emilio Lozoya y el consejo de administración de Pemex, y muchísimo más, siempre en connivencia con el poder político, de tal suerte que no es una ocurrencia del titular de Bucareli: “que no se simule la citada venta accionaria, porque en todo esto puede existir otro chanchullo con el fin de que el mafioso siga operando tras bambalinas.” Por ello, las secretarías de Economía, Hacienda y Trabajo “vigilan del desarrollo de los acontecimientos en AHMSA”, además de que, en primer lugar, la empresa debe garantizar el pago de las prestaciones de los trabajadores.
Las rebanadas del pastel
Más lenta que el progreso, por fin la FGR da muestras de vida y ha judicializado 39 carpetas de investigación, obtenido 54 órdenes de aprehensión e iniciado proceso penal contra 17 implicados por el fraude en Segalmex, el cual significa un doble atraco: contra el erario y contra la alimentación de los mexicanos, especialmente la de los más pobres. Imperdonable.
Twitter: @cafevega