El Museo de Arte Moderno (MAM) abrirá mañana una exposición antológica de la obra del artista Arnaldo Coen (Ciudad de México, 1940), dijo Natalia Pollak, directora del recinto. El anuncio se hizo en la presentación de Reflejo de lo invisible (Editorial Turner), libro que registra las más de seis décadas de trayectoria del artista vinculado con la generación de La Ruptura. La muestra se llama igual que el libro, ya que para Coen esa frase “condensa” su trabajo.
De acuerdo con Katnira Bello, curadora del MAM, la exhibición incluye piezas que no están en el libro, que “hemos encontrado al investigar el archivo del artista y al trabajar directamente con él. Integra también muchas cosas relacionadas con sus procesos artísticos y bocetos, y dará cuenta del espíritu revolucionario de Coen.
“Muchas de las acciones que ahora pensamos como arte contemporáneo, como el performance, la intervención y el trabajo urbano, las ubicamos a veces en la generación de los grupos, incluso, con la actualidad. Sin embargo, una punta de lanza en esas propuestas es Arnaldo Coen. Por ejemplo, el concierto de rock que él y sus hermanos organizaron en 1971 en el Palacio de Bellas Artes, a tres meses del halconazo.”
Un viaje por sus búsquedas
Para la entrevistada, la exposición tiene su propia narrativa”, y no será tan “cronológica” como el libro. En términos conceptuales, se organiza en ejes que den cuenta de que al mismo tiempo que trabajaba en proyectos de intervención o de teatro, con Alejandro Jodorowsky y Juan José Gurrola, también realizaba su producción personal de pintura”, apunta Bello, curadora de la muestra junto con Brenda Caro, curadora en jefe del MAM.
El libro Reflejo de lo invisible recorre las búsquedas de Coen, que se extienden hacia el performance, el arte-acción, el bodyart, la escenografía, el vestuario y un sinnúmero de colaboraciones con escritores y músicos, entre ellos Mario Lavista.
En la presentación, la poeta Miriam Moscona se refirió a Coen como “uno de los grandes representantes de una vida cultural que ya no existe, de una vida de artista colaborativa, interdisciplinaria, provocadora, más colectiva y arrojada”.
Para el arquitecto Felipe Leal, Coen quería ser “todos los pintores, y lo es, en parte. El no-tiempo no lo detiene, lo anima. No tiene límites al abordar los torsos atemporales helénicos y dotarlos de su impronta”.
La publicación reúne ensayos de Andreas Ziegler, Sergio Raúl Arroyo, Francisco Reyes Palma, Marco Antonio Morales, Julio García Murillo, Cuauhtémoc Medina y Andrea de Caso, entre otros.