Madrid. El gobierno del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2023) compró 19 toneladas de carne congelada para ser incluidas en las canastas básicas destinadas a los indígenas del valle del Javari, en Alto Solimoes, en el estado de Amazonas, suministros que nunca llegaron a la región.
La carne se compró en contratos fechados en 2020 y 2022, señaló el diario brasileño Estadao, que destacó que no había instalaciones apropiadas para el almacenamiento y conservación de los alimentos.
La carne adquirida habría permitido entregar un kilo al día durante un año a cada uno de los 32 funcionarios de la Fundación Nacional del Indio (Funai) que trabajan en la región, quienes pasan la mayor parte del tiempo en la selva, junto a los indígenas.
Un comerciante encargado del envío confirmó a Estadao la de-saparición de la carne y la directora de administración y gestión de la Funai, Mislene Metchacuna Martins Mendes, reconoció que se trata de “un desperdicio de dinero público”, aunque alegó que seguía órdenes de sus superiores.
Martins explicó que parte de los alimentos llegaban en condiciones inadecuadas para su consumo, pero la orden era entregarlos.
Se trata de contratos por 568.5 millones de reales (115 millones 517 mil dólares) por canastas básicas que incluían productos como arroz, harina o jabón destinados a los 13 mil 330 indígenas de las etnias marubo, matís, kanamari y korubo.
El diario resalta que la mitad de las adquisiciones de alimentos para indígenas, cerca de 5 mil 500, se realizaron sin licitación argumentando que era por la pandemia de covid-19, y el dinero fue desviado a empresas recién creadas o no hubo comprobación de la entrega.
El valle del Javari es una de las regiones más aisladas del mundo, comprende un territorio de 8.5 millones de hectáreas que acoge a pueblos indígenas con idiomas y tradiciones desconocidas. En la zona fueron asesinados en junio de 2022 el indigenista Bruno Pereira y el periodista Dom Phillips.