El desarrollo de las ciencias en el deporte, un control contra el dopaje así como la época dorada de la marcha mexicana tienen en común al galeno Manuel Salvador Garayzar, pionero de la medicina deportiva en el país y quien falleció el sábado por una falla cardiaca.
“No se podría haber llegado muy lejos, por más que se entrenara, si nuestros programas no tenían una base científica. Teníamos la premisa de que sin ciencia no hay deporte de alto rendimiento y es algo que ahora hace mucha falta”, aseveró el medallista olímpico Raúl González al despedir en una ceremonia de cremación a Garayzar, quien lo acompañó en toda su trayectoria.
González se convirtió en un referente de la marcha al ganar las medallas de plata y oro en las pruebas de 20 y 50 kilómetros en Los Ángeles 1984. La hazaña no fue casualidad. Como parte de su cuerpo multidisciplinario destacó la aportación del doctor Garayzar al estudiar el impacto que tendrían los campamentos de gran altura.
“Era el médico que más información tenía y fue sumamente importante para que la marcha ganara me-dallas. Él (Garayzar) participó en campamentos e investigaciones de gran altura realizados en Bolivia. Hizo un trabajo sustentado en la ciencia para sacar el mayor provecho de los atletas”, detalló.
Los logros en Los Ángeles 1984 fueron apenas el inicio de las contribuciones que realizaría Garayzar al deporte mexicano. Con el proyecto en puerta de la creación de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) en 1988, González invitó al médico a trabajar en conjunto para instaurar el Centro Nacional de Medicina y Ciencias Aplicadas al Deporte.
“Con ese centro hubo varios proyectos como la detección científica de talentos deportivos. Después, cuando estuve al frente de la Confederación Deportiva Mexicana, le pedí crear la federación de médicos del deporte, la cual inició con 24 asociados y hoy tiene más de 500”, detalló González.
Gerardo Guevara y Juan Manuel Huesca, quienes junto con Garayzar fueron parte de los inicios de la medicina deportiva en México, recordaron sus aportaciones para la organización del área médica en Conade, así como las investigaciones realizadas para apoyar a los atletas paralímpicos.
Junto con el doctor Juan Manuel Herrera, Garayzar estuvo al frente del Laboratorio Nacional de Prevención y Control del Dopaje de la Conade, el cual fue cerrado en 2019 debido a una supuesta falta de presupuesto.
“Los estudios contra el dopaje también eran otra de sus pasiones. Él iba a congresos a Francia y otros países; además, gente de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) solía buscarlo mucho”, relató su hija Carolina Garayzar.
Así, entre familiares, amigos y otros medallistas olímpicos como Carlos Mercenario fue despedido uno de los médicos clave para el desarrollo deportivo del país.