Bocas de Satinga. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso ayer a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) trabajar “en serio” en un cese al fuego que podría empezar de forma regional ante la falta de un acuerdo nacional, con miras a concretar la paz.
“Les propongo que trabajemos en serio un cese al fuego, que se dejen de matar y que nos dejemos de matar”, expresó el mandatario durante un encuentro de organizaciones campesinas en el departamento de Nariño, a orillas del Pacífico, donde hay presencia de cultivos de coca.
El primer gobernante progresista en Colombia impulsó desde finales de 2022 la negociación de paz con los rebeldes guevaristas, para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado con esta organización en el país sudamericano.
El mandatario, quien ya había planteado un cese al fuego nacional que no ha podido ser acordado en la negociación que sostiene con la guerrilla del ELN en La Habana, insistió en que para arrancar bien podría ser “regional”.
“Podemos comenzar no en la idea nacional, como lo propuse en diciembre, compleja, difícil, muy inestable, muy peligrosa, sino en la idea territorial, regional, porque indudablemente la paz de Colombia hoy es más que nada una paz territorial”, añadió Petro.
Ayer, en la capital cubana, la delegación del ELN para los diálogos de paz pidió a Petro definir si considera que la negociación es “un proceso político serio que tiene como objetivo ‘superar el conflicto armado que ha tenido lugar por seis décadas’” en el país sudamericano.
Petro comentó antier ante militares de su país que aunque algunos frentes del ELN por su “autonomía” se acercan a la postura del gobierno colombiano de deponer las armas, hay otros que, aunque “tienen la misma bandera”, “su razón de ser es la economía ilícita”.
La delegación de insurgentes que participa en la tercera ronda de diálogo en la capital cubana rechazó el planteamiento y estimó que lo dicho por Petro, además de ser “estigmatizante e irrespetuoso” es “un cuestionamiento de fondo al sentido político de la Mesa de Diálogos y a toda su arquitectura”, iniciada en noviembre pasado en Caracas y que en marzo continuó en Ciudad de México.
El mandatario replicó durante el encuentro en el departamento de Nariño que “nosotros sí queremos darle ese estatus político” que reclama el ELN y acto seguido planteó el cese el fuego regional.
“Podemos escoger una región concreta, ponerle los límites de la no agresión y comenzar a hacerla expandir en el espacio colombiano a través del tiempo, en la medida en que vayamos aprendiendo y consolidando las primeras regiones de paz”, señaló.
El gobierno espera llegar a un acuerdo con el ELN antes de las elecciones regionales de octubre en Colombia, según Otty Patiño, negociador del Ejecutivo.
Desangrado por más de medio siglo de conflicto armado, Colombia ha intentado numerosas mesas con los grupos armados, muchas de ellas fallidas.
En 2016 un histórico pacto desarmó a la poderosa guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y la transformó en partido político.