Durante la cobertura del evento por el Día de las Madres la noche de este viernes en el Monumento a la Revolución, dos sujetos que se dijeron funcionarios de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, pero que pertenecen a la Fundación Vida Sana con Calidad, cuyas oficinas están en la alcaldía Cuauhtémoc y reciben el apoyo directo de la alcaldesa Sandra Cuevas, agredieron a la fotógrafa de este medio, María Luisa Severiano, y ordenaron a tres policías desalojarla, porque, dijeron, “no queremos a La Jornada”.

Los oficiales rodearon a la reportera, la intimidaron y amagaron para retirarla del área. En ese lugar se llevaba a cabo una exhibición de lucha libre femenil, previa a la presentación del grupo cubano Los Van Van, acto que cubría este diario. La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo que el maltrato a la periodista “es inaceptable”; la llamó por teléfono para preguntarle si se encontraba bien, le ofreció una disculpa y reiteró que los agresores no trabajan en el gobierno capitalino y que ella iba a checar el asunto de manera personal.

La secretaria de Cultura capitalina, Claudia Curiel de Icaza acudió de inmediato al lugar para investigar los hechos y aclaró que no hay ninguna rivalidad del gobierno contra este diario y también confirmó que los personajes que maltrataron a Severiano no trabajan en la dependencia que ella dirige.

La función en la que participaron unas 30 luchadoras inició a las 18 horas. Fotógrafos de distintos medios de comunicación cumplían con su trabajo pero cuando la fotoreportera de La Jornada se acercó al área del ring, de inmediato le prohibió el paso el promotor de lucha libre César Ríos Sánchez, también presidente de la Fundación Vida Sana con Calidad AC (cuyas oficinas se encuentran en la alcadía Cuauhtémoc) y uno de los patrocinadores de la función, quien con otro sujeto le espetaron: “tú no pasas, los demás sí, no queremos a La Jornada”.

Los agresores se habían adueñado del área de invitados y se dijeron funcionarios de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, a tal grado que dieron órdenes a policías capitalinos de arremeter contra María Luisa Severiano.

“Se acercaron mucho”, dijo la periodista, “llegaron preguntando quién era de La Jornada minutos después de que yo había comenzado a hacer mi trabajo. Cuando me encontraron dijeron ‘vas pa afuera’.

“Me intimidaron, y al ver que no me movía, llamaron a una mujer policía. El público les gritaba ‘dejen trabajar a la jefita’”. Colegas de otros medios también se acercaron para defender a la agredida y documentar la agresión. Finalmente, “ante su actitud y para que no pasara a mayores, me retiré”, narró la fotógrafa.

El director de Grandes Festivales Comunitarios de la secretaria capitalina de Cultura, Argel Gómez solicitó una explicación a los agresores y que ofrecieran una disculpa a la afectada.